MADRID, 12 (EUROPA PRESS)
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"Estas conclusiones son extremadamente inquietantes", ha dicho el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Turk, que ha recordado que "las ejecuciones sumarias, las violaciones y la tortura durante los conflictos armados constituyen crímenes de guerra y podrían, según las circunstancia, equivaler a crímenes contra la humanidad".
El informe presentado por una misión de investigación de la oficina de Derechos Humanos de la ONU indica que la mayoría de las víctimas fueron ejecutadas de forma sumaria durante la operación del Ejército, en la que habrían participado mercenarios del Grupo Wagner, propiedad del oligarca ruso, Yevgeni Prigozhin, cercano al presidente de Rusia, Vladimir Putin.
La misión ha reseñado que la junta militar maliense rechazó las demandas de acceso a Moura, por lo que las investigaciones se han centrado en conversaciones con víctimas y testigos, así como con fuentes de información médicas y judiciales, además de las imágenes por satélite obtenidas de la zona.
La operación, que según las autoridades militares tuvo como objetivo del Frente de Macina, vinculado a la rama de la organización terrorista Al Qaeda en el país, fue lanzada el 27 de marzo de 2022, cuando un helicóptero militar sobrevoló Moura antes de abrir fuego contra la población. Tras ello, decenas de militares llegaron al lugar en otros cuatro helicópteros y rodearon a los presentes en el centro de la aldea, disparando contra los que intentaban escapar.
Ante esta situación, varios miembros del grupo terroristas presentes en el lugar abrieron fuego contra los militares, lo que derivó en unos combates que se saldaron con la muerte de cerca de 20 civiles y doce presuntos miembros del Frente de Macina. Durante los siguientes cuatro días fueron ejecutadas alrededor de 500 personas a manos del Ejército de Malí, con 238 víctimas ya identificadas.
Testigos citados por la misión de investigación han relatado que vieron a "hombres blancos armados" colaborando con las Fuerzas Armadas malienses e incluso supervisando las operaciones, en las que los soldados fueron casa por casa buscando a sospechosos de terrorismo y ejecutando a personas con barba, aquellas que llevaban pantalones de un largo que no llegaba hasta la rodilla, que tenían marcas en la frente que pudieran indicar rezos prolongados o que estuvieran atemorizadas.
En esta línea, han afirmado que un grupo de hombres fue trasladado a una zona al sureste de la aldea, donde fueron ejecutados con disparos en la cabeza, la espalda o el pecho, tras lo que los cadáveres fueron lanzados a una fosa. Los que se resistieron o intentaron huir fueron igualmente asesinados por los militares y los "hombres blancos armados" y sus cuerpos fueron igualmente lanzados a la fosa común.
Por otra parte, la misión de investigación ha determinado que al menos 58 mujeres y niñas fueron violadas o sometidas a otras formas de violencia sexual, incluido un caso en el que los militares sacaron literas de una casa a un jardín para violar por turno a varias mujeres a las que forzaron a meterse en las camas.
Además, decenas de personas fueron arrestadas durante la operación, algunas de las cuales fueron sometidas a torturas y malos tratos en los interrogatorios en Moura, Sévaré y la capital, Bamako. Una de las víctimas ha detallado que tanto ella como otros detenidos recibieron puñetazos, bofetadas y patadas en la cabeza mientras los soldados los tildaban de yihadistas y los acusaban de matar a sus propios hermanos y destruir su país.
"Es esencial que las autoridades malienses tomen todas las medidas necesarias para garantizar que las fuerzas malienses que participan en operaciones militares y policiales, incluido el personal militar extranjero bajo su mando o control, respeten plenamente las normas del Derecho Humanitario", ha recalcado Turk. Malí anunció la apertura de una investigación, pero hasta ahora no ha publicado conclusiones.
El Ejército maliense indicó a principios de abril de 2022 que sus fuerzas habían "neutralizado" a más de 200 combatientes de "grupos terroristas armados" durante Moura entre del 23 al 31 de marzo. Asimismo, señaló que otras 51 personas habían sido detenidas, mientras que se habrían recuperado "importantes cantidades de armas y municiones", según el comunicado de las Fuerzas Armadas.
Malí y el resto de los países del Sahel han experimentado durante los últimos años un recrudecimiento de la violencia, tanto por parte de grupos vinculados a las ramas de las organizaciones terroristas Al Qaeda y a Estado Islámico que operan en la región, como de tipo intercomunitario. Además, los abusos por parte de las fuerzas de seguridad han ayudado a estos grupos a engrosar sus filas.