BOGOTÁ (AP) — Las disidencias de las antiguas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) advirtieron el martes que están analizando la posibilidad de suspender el cese del fuego bilateral con el gobierno del presidente Gustavo Petro por supuestos incumplimientos de esa medida por parte de la fuerza pública.
En un comunicado las disidencias aseguraron que desde que empezó el cese al fuego hasta la fecha han sido asesinados diez “guerrilleros” y otros 20 han resultado heridos. Se preguntan si la medida tiene carácter humanitario o si es una estrategia del gobierno para tomar ventaja militar, al tiempo en que cuestionan la voluntad política de avanzar con el proceso.
Las disidencias de las FARC, lideradas por alias “Iván Mordisco”, y con las que el gobierno adelantaría una negociación política, llamaron a “consultas internas” para definir “si continuamos con el cese al fuego o si, por el contrario, se da por terminada esa etapa”.
En otro punto advierten que “la instalación de la mesa de diálogos está en un peligroso letargo” por las demoras en expedir el levantamiento de las órdenes de captura de quienes van a participar en las negociaciones de paz y en los mecanismos de monitoreo. Responsabilizan a las “ramas del poder público y judicial” por no “dar celeridad con los procesos de la búsqueda de la paz”.
El presidente Petro —el primero de izquierda en la historia de Colombia— decretó el pasado 31 de diciembre un cese bilateral del fuego con diferentes actores armados, entre ellos las disidencias de las antiguas FARC, por un periodo de seis meses. Sin embargo, las disidencias denuncian demoras en la implementación de los mecanismos de monitoreo.
La advertencia de las disidencias tiene lugar en momentos en que las negociaciones entre el gobierno de Petro con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) pasan por un momento de dificultad luego de que el equipo negociador de esa guerrilla decidiera hacer una “pausa” en las tratativas en respuesta a un reciente discurso del presidente Petro en el que señaló a ese grupo de tener vínculos con el narcotráfico.
Por su parte, el gobierno colombiano emitió el martes un comunicado en el que reconoce el carácter político y rebelde del ELN, que era el estatus que esa guerrilla reclamó tras anunciar la pausa en las negociaciones.