NACIONES UNIDAS (AP) — El presidente palestino, Mahmud Abás, instó el lunes a la ONU a suspender la condición de miembro de Israel a menos que aplique las resoluciones que establecen Estados judíos y árabes separados y el retorno de los refugiados palestinos.
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Abás habló durante la primera conmemoración oficial en la ONU del éxodo de cientos de miles de palestinos de lo que hoy es Israel tras la partición por la ONU de la Palestina británica en Estados judíos y árabes separados hace 75 años.
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El embajador de Israel ante la ONU, Gilad Erdan, había enviado cartas a los embajadores de la Asamblea General condenando la conmemoración e instándoles a no asistir a lo que calificó de “acto abominable” y “flagrante intento de tergiversar la historia”. Dijo que quienes asistieran estarían consintiendo el antisemitismo y dando luz verde a los palestinos “para que sigan explotando los órganos internacionales para promover su calumniosa narrativa".
Israel y Estados Unidos fueron algunos de los países que boicotearon la conmemoración de lo que se conoce como la Nakba, o catástrofe.
En un discurso de una hora cargado de emoción, Abás preguntó a las naciones del mundo por qué nunca se habían aplicado más de 1.000 resoluciones adoptadas por organismos de la ONU relativas a los palestinos. Mostró una carta del ministro de Asuntos Exteriores israelí, Moshe Sharett, en la que prometía aplicar las resoluciones adoptadas en 1947 y 1948: “O respetan estas obligaciones, o dejan de ser miembros”.
La Asamblea General, que contaba con 57 naciones miembros en 1947, aprobó la resolución que dividía Palestina por 33 votos a favor, 13 en contra y 10 abstenciones. La parte judía aceptó el plan de partición de la ONU y, tras la expiración del mandato británico en 1948, Israel declaró su independencia. Los árabes rechazaron el plan y los países árabes vecinos iniciaron una guerra contra el Estado judío.
La Nakba conmemora a los 700.000 palestinos que huyeron o se vieron obligados a abandonar sus hogares en 1948.
El destino de estos refugiados y sus descendientes -se calcula que más de 5 millones en todo Medio Oriente- sigue siendo uno de los principales temas de disputa en el conflicto árabe-israelí. Israel rechaza las demandas de un retorno masivo de refugiados, alegando que amenazaría el carácter judío del país.
Abás culpó específicamente a Gran Bretaña, como gobernante de Palestina antes de la partición de 1947, y a Estados Unidos, el aliado más importante de Israel, de la huida de los palestinos.
Afirmó que el derecho más importante que exigen ahora los palestinos es la autodeterminación basada en las fronteras de junio de 1967. Reiteró que los palestinos han acordado aceptar el 22% del territorio de 1947 como parte de una solución de dos Estados al conflicto israelí-palestino y no el 44% que se les concedió en la partición.
Abás dijo que los palestinos no están contra los judíos, pero “sí contra quienes ocupan nuestra tierra”.