El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, indicó que su ejército necesita más tiempo para preparar una esperada contraofensiva que busca hacer retroceder a las fuerzas ocupantes rusas y abrir un nuevo capítulo en una guerra que comenzó hace más de 14 meses con la invasión del Kremlin.
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En una entrevista emitida por la BBC, el mandatario afirmó que sería “inaceptable” lanzar el asalto ahora porque podrían perderse muchas vidas. “Con lo que tenemos podemos avanzar y tener éxito”.
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“Pero perderíamos mucha gente, eso es inaceptable”, agregó. “Así que tenemos que esperar. Aún necesitamos un poco más de tiempo”, apuntó el presidente.
El contraataque ucraniano a la invasión rusa se espera desde hace semanas. Ucrania está recibiendo armamento occidental avanzado, incluyendo carros de combate y otros vehículos blindados, y sus aliados están formando a sus tropas mientras preparan el esperado asalto.
Aunque es posible un contragolpe a medida que mejora el tiempo en Ucrania, no se ha indicado cuándo podría ocurrir. Las declaraciones del presidente podrían ser una pista falsa para mantener a los rusos a la expectativa, y los problemas de suministro de munición que enfrentan las dos partes han añadido más incertidumbre.
El anuncio del ejército ucraniano de que había avanzado hasta dos kilómetros en torno a la disputada ciudad de Bájmut, en el este, avivó las especulaciones acerca de que la contraofensiva ya estaba en marcha.
Pero Serhii Cherevatyi, portavoz del Mando Operativo Este de Ucrania, dijo a The Associated Press que “el ataque no era la gran contraofensiva, pero es un indicador que muestra que habrá más ataques de este tipo en el futuro”.
Las fuerzas del Kremlin están muy atrincheradas en zonas del este de Ucrania, con sucesivas líneas defensivas que abarcan tramos de hasta 20 kilómetros. La contraofensiva de Kiev podría enfrentar campos de minas y zanjas antitanque, entre otros obstáculos.
Rusia se “mueve despacio” en Ucrania porque quiere conservar infraestructura y salvar vidas, afirmó el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, en una entrevista con la televisora serbia ATV.
Moscú ha explicado repetidamente su falta de avances en el campo de batalla como un esfuerzo para proteger a la población civil, pero esas afirmaciones que resultan falsas.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, cuenta con reducir la guerra a lo que se conoce como un conflicto congelado, en el que ninguno de los bandos pueda imponerse al otro, apuntó Zelenski según la BBC. Descartó ceder territorio a Moscú a cambio de un acuerdo de paz.
Los analistas militares rusos advirtieron que Putin espera que el costoso apoyo occidental a Kiev comience a ceder.
Los aliados occidentales de Ucrania han proporcionado asistencia militar valorada en varios millones de dólares para ayudar a frustrar las ambiciones del Kremlin, y sin negociaciones de paz en el horizonte, la alianza se prepara para enviar más.
Para el jefe de la política exterior de la Unión Europea, Josep Borrell, la posible demora en la contraofensiva era una señal de que Occidente debe reforzar su respaldo militar a Ucrania.
Un alto funcionario de la OTAN señaló que en los próximos meses de la guerra, Ucrania contará con una ventaja en cuanto a calidad, pero Rusia gana la partida en cantidad.
“Los rusos están empezando a utilizar ahora material muy viejo, medios muy antiguas”, dijo a reporteros el almirante Bob Bauer, presidente del Comité Militar de la OTAN.
“Los rusos tendrán que centrarse en la cantidad, mayor número de reclutas y movilizados. No bien entrenados. Material viejo, pero en grandes cantidades, y no tan preciso ni tan bueno como el nuevo”, agregó el funcionario.
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El Kremlin quiere que Kiev reconozca la soberanía rusa sobre Crimea y la anexión, el pasado septiembre, de las provincias ucranianas de Donetsk, Jersón, Luhansk y Zaporiyia.
Ucrania rechaza estos pedidos y descartó cualquier diálogo con Moscú hasta que sus tropas se retiren de todos los territorios ocupados.