Un hombre que estaba gritando a la gente en un tren del Metro de Nueva York murió después de que un pasajero le hiciera una llave de estrangulamiento y hasta que su cuerpo quedó inerte, según agentes de la policía y como se puede ver en un video del suceso.
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Jordan Neely, de 30 años, murió por compresión del cuello, como determinó el forense de la ciudad el miércoles.
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Neely era reconocible para algunos neoyorquinos porque solía bailar en el intercambiador de transportes de Times Square disfrazado de Michael Jackson.
Esa tarde estaba gritando y caminando de un lado a otro en un tren de la línea F en Manhattan, según testigos y la policía, cuando fue reducido por al menos tres personas, incluido un veterano de la infantería de marina de Estados Unidos que le puso un brazo con firmeza en torno al cuello.
Un video del altercado publicado en redes sociales por un periodista independiente mostraba a Neely en el suelo, mientras era sometido por varios minutos con una llave que le inmovilizaba la cabeza, al tiempo que Neely trataba de liberarse sin éxito. Un segundo pasajero sujetaba los brazos de Neely y un tercero le sujetaba el hombro.
No estaba claro por qué el grupo había intervenido para reducirle.
Neely, que era de raza negra, perdió el conocimiento durante el altercado. Policías y personal de ambulancias acudieron cuando el tren se detuvo en la estación. Su muerte se certificó en un hospital de Manhattan poco después. El veterano, de 24 años y que parecía ser blanco, fue detenido y luego liberado sin cargos. Su nombre no se hizo público.
La oficina del forense clasificó la muerte de Neely como homicidio en forma de estrangulamiento, pero señaló que cualquier responsabilidad penal se decidiría en el sistema legal. La fiscalía de distrito de Manhattan dijo que estaba investigando.
Las noticias y el video del suceso provocaron fuertes reacciones entre autoridades y neoyorquinos. Algunos describieron el acto como una reacción exagerada y letal contra una persona con problemas de salud mental, mientras que otros defendieron las acciones del veterano.
La muerte de Neely se produjo en un momento de más atención pública sobre la indigencia y la enfermedad mental en las calles y subterráneos de Nueva York. Tras varios incidentes graves como un tiroteo en un tren del metro en el que 10 personas resultaron heridas el año pasado, el alcalde Eric Adams prometió desplegar más policías y trabajadores de salud mental en la red de transportes.
El periodista independiente que grabó el episodio, Juan Alberto Vázquez, dijo al New York Post que Neely estaba gritando “de forma agresiva” y se quejaba de hambre y sed. No atacó físicamente a nadie, añadió Vázquez, y el veterano le abordó después de que arrojara su chaqueta al suelo.
Dave Giffen, director ejecutivo de la Coalición para los Sin Techo, culpó a la ciudad y a las autoridades estatales por una respuesta inadecuada a la crisis de salud mental, y cuestionó por qué el veterano no enfrentaba cargos penales.
“El hecho de que alguien que quitó la vida a un ser humano angustiado y enfermo mental en el metro pueda ser liberado sin enfrentar consecuencias es estremecedor”, dijo. “Esto es una parodia absoluta que debe investigarse de inmediato”. Durante una comparecencia en CNN el martes por la noche, el alcalde dijo que aún había demasiadas incógnitas.
“No sabemos exactamente qué ocurrió aquí”, dijo Adams, añadiendo que “no podemos simplemente decir sin más lo que debería hacer o no hacer un pasajero en una situación como esa, y debemos permitir que la investigación siga su curso”.
En internet se publicaron videos de homenaje que mostraban a un grupo de fieles seguidores que disfrutaban al cruzarse a Neely en sus trayectos diarios.