CIUDAD DE MÉXICO (AP) — Justo después de que Andrés Manuel López Obrador recibiera a una enviada de su homólogo Joe Biden para tratar, entre otros, temas de migración, el presidente mexicano volvió a arremeter el miércoles contra el “intervencionismo” estadounidense y en una carta le pidió al jefe de la Casa Blanca que haga algo para evitarlo.
PUBLICIDAD
“Desde hace tiempo el gobierno de Estados Unidos, en particular la agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), se ha dedicado a financiar a organizaciones abiertamente opositoras al gobierno legal y legítimo que represento lo cual es, a todas luces, un acto intervencionista contrario al derecho internacional y al respeto que debe prevalecer entre Estados libres y soberanos”, dice la misiva presentada por el presidente en su conferencia matutina del miércoles y que tiene fecha del 2 de mayo.
PUBLICIDAD
Además critica que se vaya a incrementar ese presupuesto. “Estoy seguro que usted desconoce este asunto y por ello le pido respetuosamente su valiosa intervención”, agrega la carta que está firmada como “su amigo”.
Entre las organizaciones que López Obrador considera opositoras están Artículo 19, cuyo trabajo en defensa de la prensa es reconocido internacionalmente, y grupos contra la corrupción.
Este tipo de acusaciones son una constante por parte del mandatario mexicano. En mayo de 2021, casualmente antes de una reunión virtual con la vicepresidenta Kamala Harris, México anunció que había presentado una nota diplomática ante la embajada de Estados Unidos también por la financiación de organizaciones críticas.
López Obrador, que se jacta de su amistad tanto con el expresidente Donald Trump como del mandatario actual, también ha criticado insistentemente que distintas entidades estadounidenses digan que en México no se respetan los derechos humanos o la prensa pee a que hasta la ONU ha denunciado la impunidad que impera en el país y los peligros para ejercer el periodismo.
La asesora de Seguridad Nacional Liz Sherwood-Randall se reunió el martes con López Obrador para concretar un plan migratorio según el cual México seguirá aceptando migrantes de Venezuela, Haití, Cuba y Nicaragua que sean rechazados en la frontera y Estados Unidos aceptaría hasta 100.000 personas de Honduras, Guatemala y El Salvador que tengan familia allí.