TAPACHULA, México (AP) — El gobierno mexicano resolvió el jueves otorgar permisos de 45 días a los integrantes del grupo de migrantes que salió caminando esta semana de la frontera sur para que los extranjeros puedan continuar su camino hacia Estados Unidos o regularizar su situación en México.
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El Instituto Nacional de Migración, que se encuentra inmerso en la crisis surgida por la muerte de 40 migrantes hace un mes en un incendio en un centro de detención de la frontera norte, también anunció el jueves que abrirá las puertas de sus instalaciones de detención a la Comisión Nacional de Derechos Humanos para que esta entidad oficial revise las condiciones en las que se encuentran.
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La agencia migratoria informó por escrito de la decisión sobre los permisos al activista Irineo Mújica, quien lidera la caravana y se disponía a facilitar agua y comida mientras iniciaba el censo de los extranjeros. Hay unos 2.000, que están en el municipio de Villa Comaltitlán, a 64 kilómetros al norte de Tapachula, cerca de la frontera con Guatemala y de donde partieron el domingo.
El otorgamiento de este tipo de documentos ha sido una práctica habitual de las autoridades mexicanas en el último año para desactivar los grupos que salían caminando del sur.
“Qué bueno que nos van a dar el papel, ojalá tenga validez y no nos lo rompan”, comentó el hondureño Carlos Herrera, quien viaja con su esposa y dejó a cinco hijos en su país. Con el permiso en la mano, buscará la forma de conseguir dinero para el pasaje de autobús hacia la frontera norte.
La agencia migratoria tiene a siete de sus funcionarios —dos de ellos altos mandos— procesados por la muerte hace un mes de 40 migrantes en el centro de detención de Ciudad Juárez. Además, su titular está acusado de ejercicio indebido del servicio público por no proteger a los extranjeros en instalaciones bajo su mando.
El jueves Estados Unidos anunció, por su parte, un plan para abrir centros de procesamiento de migrantes fuera de ese país para quienes quieran establecerse legalmente en Estados Unidos, España o Canadá y lleguen por vía aérea.
Los primeros centros de ese tipo se abrirán en Colombia, justo antes de que los migrantes crucen la selva del Darién que conecta al país sudamericano con Centroamérica, y en Guatemala, antesala de la ciudad mexicana de Tapachula, donde cada vez se acumulan más migrantes y de donde en los últimos años han partido las caravanas.