MADRID, 28 (EUROPA PRESS)
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Con su decisión de este viernes, el banco central japonés ha mantenido sin cambios los tipos de interés del país en el -0,1%, la misma tasa que lleva manteniendo desde enero de 2016, cuando se adentró en terreno negativo por primera vez en su historia.
Asimismo, la entidad ha indicado que continuará aplicando su política de control de la curva de rendimientos de la deuda pública permitiendo que la rentabilidad del bono de Japón a 10 años fluctúe en un rango de alrededor de +/- 0,5 puntos porcentuales respecto del nivel objetivo, mientras que continuará con sus compras de bonos soberanos a gran escala.
"Con incertidumbres extremadamente altas en torno a las economías y los mercados financieros en el país y en el extranjero, el Banco continuará pacientemente con la relajación monetaria mientras responde con agilidad a la evolución de la actividad económica y los precios, así como a las condiciones financieras", ha asegurado la institución.
De este modo, ha reiterado que continuará con la política de flexibilización monetaria cuantitativa y cualitativa (QQE) con control de la curva de rendimiento, con el objetivo de alcanzar la meta de estabilidad de precios del 2%.
No obstante, como principal novedad en el debut de Ueda como banquero central de Japón, la institución ha anunciado su intención de realizar "una revisión de política monetaria con una perspectiva amplia" y con un horizonte temporal estimado de alrededor de entre un año y un año y medio.
En este sentido, la entidad ha recordado que, desde finales de la década de 1990, cuando la economía de Japón cayó en deflación, lograr la estabilidad de precios ha sido un desafío durante un largo período de 25 años en el que el Banco de Japón ha implementado diversas medidas de relajación monetaria que han interactuado e influido en amplias áreas de la actividad económica, los precios y el sector financiero de japonés.