El FC Barcelona cayó 2-1 ante el Rayo Vallecano en la jornada 31 LaLiga Santander, en disposición de dar un golpe definitivo a la búsqueda del título pero muy superado en juego e intensidad por el conjunto madrileño, que recupera la fe en Europa.
Los de Andoni Iraola pueden celebrar ya la ansiada permanencia y, además, pueden ir a por la zona europea en las siete jornadas que quedan de Liga. Un partidazo de desgaste y esfuerzo a destacar en los de la franja, mientras los azulgrana se durmieron con mucha renta en su bolsillo, en un horario de sesión nocturna propio del verano, para ir descontando partidos sin mucho peligro.
Después de la derrota el martes del Real Madrid ante el Girona, el Barça se relajó, aún con una ventaja de 11 puntos, en busca de la reconquista liguera cuatro años después. El equipo de Xavi perdió mordiente tras el vital triunfo el domingo ante el Atlético de Madrid y cayó ante un Rayo poderoso y solidario en la presión.
El líder jugó incómodo en Vallecas, superado en el centro del campo con un Pedri que volvía al once tras su larga lesión. Tres meses sin la manija para el canario, mientras en el otro bando, Óscar Valentín y Unai López se hacían dueños del centro del campo, con la buena presión de Trejo, Álvaro García y Camello para comprometer a la defensa visitante.
El muro del Barça, 23 porterías a cero esta campaña, se vino abajo después de un serio aviso de Camello que detuvo Ter Stegen, tras robo a Pedri. La siguiente, ante una defensa blanda, el jugador cedido por el Atlético de Madrid se la llevó fácil, se la dejó a Álvaro y éste fusiló con la zurda el 1-0 a los 20 minutos.
El Barça reaccionó pero Lewandowski alargó su gafe en una gran intervención de Dimitrievski. Para el segundo tiempo, la ofensiva azulgrana siguió sin confirmarse, con muchos balones rifados desde atrás por Araujo y anulado Raphinha con un potente Fran García, quien no dudó también en irse arriba para firmar el 2-0 en el 53'. Vallecas volvió a rugir y al Barça, con malas sensaciones todo el encuentro, se le puso clara cara de derrota.
Tras la enésima imprecisión en el centro del campo llegaron los cambios de Xavi y algo de orgullo con el que firmaron el 2-1 de un Lewandowski que cortó su sequía de casi un mes sin marcar. Sin embargo, estuvo más cerca el tercero local que el empate de un líder que no parece tener prisa por celebrar, con 11 puntos de renta, 21 en juego, que aún pueden dar pie a sustos.