MADRID, 24 (EUROPA PRESS)
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En una entrevista televisiva, Montenegro ha explicado que la economía de Bolivia se va a comenzar a fortalecer a medida que el Banco Central de Bolivia comience a comprar oro y, a continuación, dote de liquidez al sistema productivo del país a través de la monetización de este oro. En concreto, se espera que en apenas unos pocos días el organismo central pueda comprar entre ocho y diez toneladas de oro y, en cuatro o cinco meses, se mejore la liquidez y el nivel de las reservas internacionales.
En cifras, el Gobierno espera que a final de año se recuperen los 3.500 millones de dólares (unos 3.170 millones de euros) con los que contaba el banco a mediados de febrero, última fecha en la que se informó públicamente del nivel de reservas. Ya entre 2024 y 2025, la cifra podría elevarse entre los 4.000 y los 5.000 millones de dólares.
En el último mes y medio, Bolivia se ha enfrentado a una crisis de supuesta escasez de dólares con arreglo a la caída de las reservas internacionales. Esta reducción ha sido provocada principalmente por la caída de las exportaciones y el contexto internacional de inflación y, en consecuencia, ha despertado cierto temor entre la población, que se ha lanzado a comprar dólares para mantener sus ahorros.
Con la aprobación de esta ley, que únicamente estaría ahora pendiente de su paso por el Senado de Bolivia, el ministro de Economía prevé que se mantenga la estabilidad económica. "Los bajos precios, la creación de empleo y la certidumbre en torno a la producción van a ser hechos evidentes en la gestión de este Gobierno. La entrada de divisas va a permitir diversificar el tejido productivo y traer más ingresos, llevando de nuevo a un aumento paulatino de las reservas", ha resaltado.
NECESIDAD DE CRÉDITOS
Por otro lado, uno de los motivos que preocupa tanto al Gobierno como a las calificadoras de riesgo continúa siendo la fricción política, que está teniendo un impacto en la situación económica del país. En esta línea, el ministro ha exhortado de nuevo a la clase política de Bolivia a aprobar los créditos con los que financiar la necesaria reconstrucción del país.
"Los créditos van al sistema productivo del país. El Gobierno requiere de estos recursos para ser invertidos en la industria nacional", ha expresado Montenegro. Entre otros, están en juego dos préstamos procedentes del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), con un importe total de 500 millones de dólares (unos 457 millones de euros), y de la Agencia Japonesa de Cooperación Internacional, el cual alcanza una cifra de 130 millones de dólares (118,8 millones de euros).
Para S&P, que en la última semana ha rebajado la nota de solvencia del país a 'B-', los desacuerdos políticos, incluso dentro de la coalición gobernante, plantean dudas sobre la capacidad del gobierno para asegurar la aprobación oportuna de nuevos préstamos del Congreso que, junto con otras medidas, podrían respaldar la liquidez externa y fortalecer la confianza pública.