MADRID, 22 (EUROPA PRESS)
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Las estimaciones fueron anunciadas tras una visita de tres días de una delegación de ACNUR a la ciudad de Goma, la capital provincial, para evaluar las necesidades inmediatas de la población afectada por los combates contra el Ejército congoleño, informa la emisora Radio Okapi.
Con estos nuevos desplazados hay ya 6,2 millones de personas que han tenido que escapar de la violencia en el país, bien del M23 o de otras temibles milicias armadas que operan en Kivu Norte y la vecina Ituri, como la Cooperativa para el Desarrollo del Congo (CODECO) o las Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF).
El representante de ACNUR en el país, Angel Dikonge Antagana, ha lamentado que la agencia no ha recibido ni siquiera el 20 por ciento de los, aproximadamente, 230 millones de euros en ayuda que ha solicitado a los donantes internacionales.
"Esta gente vive en una situación deplorable", ha lamentado el representante de ACNUR sobre una crisis que ha motivado la declaración, por parte del Gobierno congoleño, del estado de excepción en las zonas afectadas, de momento sin resultados palpables.
El M23 está formado principalmente por tutsis congoleños y opera principalmente en Kivu Norte. Tras un conflicto entre 2012 y 2013, RDC y el grupo firmaron en diciembre un acuerdo de paz. En dichos combates, el Ejército de RDC contó con apoyo de tropas de Naciones Unidas.
El grupo terminó de acelerar su nueva ofensiva en octubre de 2022, recrudecida a partir de noviembre, lo que provocó una crisis diplomática entre RDC y Ruanda por su papel en el conflicto.
Kigali acusa a Kinshasa de apoyar a las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR), un grupo armado rebelde fundado e integrado principalmente por hutus responsables del genocidio de 1994 en Ruanda y ha denunciado discriminación y actos de odio contra la minoría tutsi en el país vecino.