MADRID, 22 (EUROPA PRESS)
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La Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha hecho un llamamiento a centrar la respuesta ante las crisis humanitarias "en el punto de vista de los afectados" para trabajar de forma "más eficaz", al tiempo que ha incidido en la necesidad de reforzar los programas agrícolas para lograr soluciones a largo plazo que permitan mejorar sus condiciones de vida, especialmente ante el impacto del cambio climático.
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El director para Emergencias y Resiliencia de la FAO, Rein Paulsen, ha señalado en una entrevista concedida a Europa Press que "a nivel global la situación de inseguridad alimentaria es muy preocupante" y ha indicado que es necesario optimizar la respuesta de cara a beneficiar a los millones de personas en situación de inseguridad alimentaria grave, una cifra que asciende a 222 millones a nivel mundial, según datos de 2022.
"Uno de los elementos más importantes sería empezar desde el punto de vista de los afectados. Escuchar lo que piden, lo que quieren como apoyo, lo que dicen que son sus necesidades más importantes, en lugar de empezar desde el punto de vista de qué tengo yo que puedo dar", ha apuntado Paulsen, que ha explicado que, si bien cada situación es diferente, "hay temas que uno puede ver en casi todas las crisis en el mundo".
Así, ha detallado que "la gente pide tener la posibilidad de valerse por sí misma, pide paz y casi siempre pide apoyo para poder llevar a sus hijos a la escuela", al tiempo que ha recordado que "en su gran mayoría, la gente afectada por las crisis vive en zonas rurales". Por ello, ha recalcado que, si se escuchara a los afectados, se trabajaría "mucho más" en la agricultura.
"A día de hoy, sólo el 4% de la respuesta humanitaria en situaciones de crisis alimentaria apoya actividades de agricultura. Es un desequilibrio", ha enfatizado, antes de defender que es necesario "darse cuenta" de que impulsar estos proyectos "es más eficaz en términos de recursos y da más dignidad" y permite hallar "opciones más apropiadas para responder".
"Sería importante mirar siempre no sólo cómo apoyar a las familias que tengan necesidades a día de hoy, sino acompañarlas para buscar cómo adaptar su forma de vida para hacer frente a la crisis climática, que es una realidad que nos toca a todos", ha dicho Paulsen, que ha apuntado que las cifras de afectados "desde 2016 ó 2017" han aumentado "no sólo en términos globales, sino a nivel de gravedad, de porcentaje de población" que sufre inseguridad alimentaria aguda.
Además, ha reseñado que "en muchos lugares, la gente desplazada, en su gran mayoría, ha perdido todos sus bienes y sus medios de vida antes de verse desplazada" y ha puntualizado que, en la mayoría de los casos, "si los campos de cultivo crecen y los animales están vivos, la gente en general no tiene que huir", incluso en situaciones de inseguridad.
Por ello, ha reconocido que "las tendencias son muy, muy preocupantes" y ha pedido "una respuesta a nivel global". "En eso estamos trabajando con todo el sistema de la ONU y los socios", ha aseverado, antes de recalcar que "cada año los donantes han dado más y más recursos", lo que no evita que exista "una brecha" entre necesidades y recursos.
"Estamos trabajando para decir que no es sólo cuestión de dar más recursos. Lo que necesitamos hacer es buscar siempre formas de respuesta más eficaces", ha reiterado, antes de poner como ejemplo los trabajos de la FAO en Afganistán, donde entrega, entre otras cosas, semillas, fertilizantes y apoyo técnico para que estas personas "puedan cultivar lo que necesitan para comer".
TRABAJOS EN AFGANISTÁN
Así, ha dicho que parte de este trabajo incluye la entrega de trigo de invierno, que puede desarrollarse a temperaturas más bajas que el de primavera. "Es una intervención que por 220 dólares por familia de siete personas con estas semillas, fertilizantes y un poco de seguimiento técnico, permite cultivar todo lo que necesitan a nivel calórico para un periodo de 12 meses", ha afirmado.
"Si hubiera que comprar en el mercado local la misma cantidad (...) costaría cuatro o cinco veces más, mientras que si la comunidad internacional tuviera que dar esta ayuda en el marco de una respuesta humanitaria, costaría entre ocho y diez veces más", ha argumentado Paulsen, que ha reseñado la importancia de trabajar "no sólo para hacer frente a las necesidades a día de hoy, sino para dar medios de vida y posibilidades a estas familias vulnerables para producir ellos mismos lo que necesitan".
Paulsen ha señalado que el trabajo de la FAO tiene "un gran alcance" en Afganistán, donde la organización apoyó en 2022 a más de seis millones de personas, lo que supone "casi el 50 por ciento de la población rural que se encuentra en situación de crisis alimentaria aguda". "Por una parte, estamos apoyando al ganado con alimentos y vacunación. La meta es apoyar al ganado para que sobreviva y crezca por su valor a nivel proteico para esas familias vulnerables", ha explicado.
Ante el particular contexto en Afganistán por la decisión de los talibán de prohibir a las mujeres trabajar en ONG y en organismos de la ONU, ha dicho que "la FAO sigue buscando la manera más apropiada para dar una respuesta a las familias vulnerables" y "encontrar soluciones para seguir siendo capaces de actuar (...) incluso tras la prohibición". "Hemos sido capaces de hacerlo en muchos casos", ha destacado, si bien ha reconocido que "ha habido un impacto". "Aún somos capaces de llevar a cabo actividades en la mayoría del país y es importante que sigamos siendo capaces de hacerlo, porque la situación es grave", ha alertado.
CRISIS EN EL CUERNO DE ÁFRICA
Por otra parte, ha dicho que la situación en el Cuerno de África, sacudido por seis temporadas consecutivas de sequía, la situación "es muy preocupante desde hace varios años". "Es muy importante para la gente saber cuándo tiene que sembrar y cada vez que hay interrupciones o las cosas no son previsibles, es muy complicado", ha explicado, antes de destacar que la FAO trabaja con "acciones anticipatorias para prevenir las peores consecuencias".
"El gran desafío al que hemos hecho frente en el Cuerno de África es, francamente, la falta de recursos. No sólo el monto de los recursos, sino cuándo los donantes nos dan los fondos para empezar las actividades. Para nosotros siempre tiene que ver con las temporadas de cultivo", ha argumentado, al tiempo que ha incidido en la importancia de los programas de apoyo a la ganadería y acceso al agua.
"Muchas familias han tenido que vender lo que tienen (...) para sobrevivir. La manera más eficaz y apropiada de dar una respuesta es siempre tener como punto de partida la manera de vivir de estas familias en situaciones difíciles", ha dicho Paulsen, que ha explicado que "más del 70 por ciento de la población está en una crisis humanitaria en el Cuerno de África que vive de la agricultura".
Asimismo, ha destacado que la FAO trabaja "en situaciones muy complicadas, incluso en las que hay dificultades para el acceso físico", como en el caso de las zonas de Somalia bajo control del grupo terrorista Al Shabaab. "Es cuestión de buscar la forma más apropiada y eficaz", ha apuntado, antes de detallar que hay programas para la transferencia de efectivo a través de los teléfonos móviles.
"Tenemos proyectos en el campo de acceso a agua para animales, pero evidentemente también puede beneficiar a los seres humanos", ha detallado, antes de agregar que también se ha trabajado con granos refinados "para tolerar sequías". Por último, ha dicho que en la región "existen oportunidades que pueden ser sorprendentes" y ha indicado que "en el Cuerno de África existe agua, lo que son acuíferos y aguas subterráneas, pero es cuestión de cómo dar un mejor acceso a este agua".