WASHINGTON (AP) — Un juez federal en Washington reprendió a un abogado cuyo retiro del caso de un acusado del asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021 provocó una demora en el juicio —y posiblemente prolongó su estancia en la cárcel_, pero se abstuvo de tomar medidas disciplinarias.
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El juez Trevor McFadden, designado por el entonces presidente Donald Trump, insinuó el mes pasado que estaba considerando remitir al abogado Joseph McBride a la comisión de quejas del tribunal porque aparentemente engañó a la corte al retirarse del caso de un hombre acusado de agredir a agentes de policía durante la insurrección.
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McBride se retiró del caso de Christopher Quaglin el mes pasado —semanas antes del juicio previsto para abril— porque aseveró que debía concentrarse en otro caso del 6 de enero. Dijo al juez que otro abogado, Jonathan Gross, se haría cargo y aseguró que Gross “conoce bien el caso de Quaglin”.
Sin embargo, poco después Gross dijo a McFadden que quería demorar el juicio de Quaglin porque no es abogado penal y no podía ser el defensor principal en cuestión de semanas.
McBride dijo luego al juez que el plan era que Gross fuera defensor principal “durante un tiempo” hasta conseguir un reemplazante. En una audiencia el martes, McBride dijo al juez que Quaglin lo había despedido al percibir que al juez no le gustaba el abogado.
“No traté de engañar a usted”, dijo McBride al juez. “Hice todo lo que debía”.
En una resolución presentada el jueves, McFadden rechazó el argumento de McBride de que no le dijo al juez que lo habían despedido porque intentaba proteger los intereses de su cliente.
“Lo más probable es que quería evitar la vergüenza de revelar que lo habían despedido”, escribió el juez.