BRUSELAS (AP) — Los legisladores de la Unión Europea aprobaron el jueves una serie de propuestas que buscan a terminar con una disputa de varios años acerca de la mejor forma de gestionar la migración, un problema que ha provocado una de las mayores crisis políticas del bloque.
PUBLICIDAD
Las propuestas, aprobadas en una serie de votaciones por una mayoría de casi dos tercios, incluyen un plan de emergencia que obligaría a los 27 socios comunitarios a ayudar a uno de los países miembro cuando su capacidad de recepción se vea desbordada por la llegada repentina de gente.
PUBLICIDAD
Las medidas dejan clara la posición del Parlamento Europeo de cara a las negociaciones con los 27 y pone en marcha el proceso. Los socios tienen ahora un año para reformar definitivamente su obsoleto sistema de asilo antes de las elecciones europeas previstas para mayo de 2024.
Si no lo consiguen, el proyecto podría tener que abandonarse o replantearse por completo cuando se produzcan la renovación de la Comisión Europea, el órgano ejecutivo del bloque, y del Parlamento Europeo.
“Si perdemos esta oportunidad de hacerlo bien, no creo que tengamos otra", afirmó el legislador socialista español Juan Fernando López Aguilar, quien propuso el plan en la asamblea, antes de la votación.
Las divisiones del bloque en cuestiones migratorias quedaron al descubierto en 2015 cuando más de un millón de personas, en su mayoría sirios que huían de la guerra en su país, buscaron refugio en el continente. Los centros de recepción en las islas griegas e Italia se vieron desbordados.
A medida que grupos de decenas de miles de migrantes se desplazaban hacia el norte, algunos países como Austria, Hungría y Eslovenia, levantaron vallas y barreras. Muchos esperaban encontrar refugio o una vida mejor en lugares como Alemania y Suecia.
Según la normativa actual, los migrantes son responsabilidad del primer país al que lleguen. Grecia, Italia y Malta consideran que esta medida es injusta y han pedido apoyo y solidaridad a sus socios europeos. Pero varios de ellos se niegan a aceptar la imposición de cuotas migratorias obligatorias.