SANTIAGO (AP) — El gobierno del presidente chileno, Gabriel Boric, y el sector empresarial del país coincidieron el jueves en destacar que se necesita la unidad de todos los sectores para combatir el incremento de la violencia y la delincuencia armada.
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Chile vive una crisis de inseguridad debido al incremento de la violencia y de la delincuencia armada que, según cifras oficiales, el año pasado creció en un 44% en comparación con el año anterior, especialmente, en materia de asesinatos.
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Boric y el gran empresariado abordaron el tema durante el encuentro anual gremial.
Ricardo Mewes, presidente de la Confederación de la Producción y Comercio, criticó el incremento de la violencia, la delincuencia armada y el narcotráfico y afirmó que a las fuerzas del orden “se les pide mucho” pero “se les entrega poco”. Añadió que hay zonas del país que se han vuelto inexpugnables por la presencia de la delincuencia o del terrorismo.
Mewes aludió a dos regiones del centro sur chileno, aquejadas por décadas por robos de madera y atentados incendiarios que son reivindicados por pequeños grupos que exigen la devolución de tierras indígenas ancestrales.
Afirmó que la situación actual “nos exige escucharnos, dialogar y entender” y que están disponibles para colaborar.
Al responder a los empresarios, Boric aseveró que es una decisión del Estado ganar la guerra a la delincuencia. “Nos gustaría que fuera más rápida, pero necesitamos la colaboración de todos”, aportó.
Sobre la situación en las regiones del sur, señaló que la violencia ha disminuido con el trabajo policial, judicial y de las Fuerzas Armadas, que desde mayo del año pasado colaboran en la vigilancia de las principales carretas y caminos.
Admitió que la policía necesita más recursos, mayor dotación, mejor equipamiento, preparación y tecnología y recordó que su gobierno aumentó en un 4,4% su presupuesto anual y que, recientemente, destinó 1.500 millones de dólares para, entre otros fines, mejorar su seguridad.
El mandatario concluyó su larga exposición pidiendo “desde el fondo del alma y con mucha convicción” la colaboración de todos los sectores políticos y del sector público y privado”.
Tras el asesinato de tres policías en sólo 23 días, el gobierno despachó al Congreso una veintena de proyectos de ley relacionados con materia de seguridad, de los cuales ya se aprobó uno que aumenta las condenas a los agresores graves que atenten contra las fuerzas del orden.
