MADRID, 16 (EUROPA PRESS)
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Los programas de emprendimiento de Acción contra el Hambre tienen el objetivo de apoyar a personas en situación de desempleo y vulnerabilidad, como migrantes, familias monomarentales o en paro de largo duración, y que quieren poner en marcha sus propios negocios y que reciben asesoramiento personalizado, así como acceso a microcréditos.
"El contexto actual requiere más que nunca reducir al mínimo la incertidumbre a la hora de lanzarte por cuenta propia al mercado laboral, por ello, trabajamos especialmente los test de mercado, es decir, comprobar la viabilidad de tu producto o servicio antes de ponerlo en marcha, lo que reduce el riesgo", resalta la gestora de programas de emprendimiento de Acción contra el Hambre, Ana Alarcón.
Por ello, la organización ofrece asesoramiento, además de reforzar las habilidades para el día a día. En total, y desde su inicio, Acción contra el Hambre ha apoyado en la elaboración de 1.831 planes de empresa en los que han participado 7.253 personas, de las cuales, el 61% son mujeres.
Dos de estas emprendedoras son Pilar y Laura que, cuando conocieron el programa 'Vives Emprende' de Acción contra el Hambre, vieron que era la oportunidad de su vida para lanzarse a emprender de la manera que buscaban. Así es como se puso en marcha 'Cuarzo Verde', una cooperativa sin ánimo de lucro a través de la que imparten talleres de vida sostenible con el objetivo de llevar a la vida diaria prácticas que disminuyan el impacto ambiental.
Otra historia de éxito es la de Windelys y Bárbara, que crearon 'Saboréalo Rico', una hamburguesería gourmet que recoge las recetas y sabores de su Venezuela natal. Durante cinco años trabajaron en restauración y, tras la pandemia y en situación de desempleo, comenzaron a crear sus hamburguesas vendiéndolas a domicilio. Poco a poco, la idea fue tomando forma hasta crear este proyecto en forma de cooperativa que se lanzó a través del programa 'Vives Emprende'.
Con el objetivo de combinar la cosmética natural con el bienestar emocional y mental, Claudia decidió crear 'Makui Belleza Holística', junto a su marido tras la pandemia, con la idea de mezclar la cosmética natural y el bienestar personal, creando además productos de limpieza con cuidado del medio ambiente.
Por su parte, Cristina Calle, junto a su compañero, David Suárez, eligieron crear una cooperativa porque representa de la mejor forma su forma de trabajar: así nació 'Xesta Brava', una ecoescuela itinerante que acude a los colegios o las asociaciones para llevar el cuidado del medio ambiente y la ecología en forma de talleres ambientales. El fin es crear un vínculo con la naturaleza donde el entorno es parte del ocio desde el respeto.
"Si crees en lo que estás haciendo y realmente pones pasión, es maravilloso poder dedicar tu día a día a algo que sí te aporta tanto", zanja Cristina.