JARTUM (AP) — El ejército sudanés alertó el jueves de posibles enfrentamientos con la poderosa fuerza paramilitar del país, que según dijo había desplegado hombres en la capital y otras ciudades.
Las tensiones entre el ejército y las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF, por sus siglas en inglés) han escalado en los últimos meses y forzado un retraso en la firma de un acuerdo con apoyo internacional entre partidos políticos para restaurar la transición democrática del país.
En su comunicado, el ejército dijo que las RSF se habían desplegado en Jartum y otros lugares sin “la aprobación ni coordinación” con los mandos de las fuerzas armadas.
Ese operativo paramilitar “ha sembrado el pánico y el temor entre la gente, agravado los riesgos de seguridad e incrementado las tensiones entre fuerzas regulares”, añadió.
El ejército dijo que había intentado “buscar soluciones pacíficas a estas infracciones”, para evitar un conflicto armado con las RSF.
El ejército emitió su comunicado mientras el cuerpo paramilitar desplegaba tropas en la Provincia Norteña, en la frontera con Egipto. El contingente ha intentado construir una base militar allí, según medios locales.
Las RSF dijeron que su despliegue en todo el país pretendía “alcanzar la seguridad y estabilidad y combatir el tráfico de personas y la migración ilegal”.
Las tensiones recientes derivan de la integración de las RSF en el ejército. El grupo, dirigido por el influyente general Mohammed Hamdan Dagalo, se formó a partir de antiguas milicias que llevaron a cabo una brutal represión en la región de Darfur en las dos últimas décadas.
En un comunicado emitido el jueves, el Partido Nacional Umma, uno de los grupos políticos más grandes del país, pidió moderación e instó a otras fuerzas políticas a no escalar la situación.
“Todas las fuerzas políticas deben evitar cualquier comunicado o apoyo a una de las partes”, indicó el grupo. Los grupos organizaron una reunión de emergencia el jueves por la mañana e invitaron a líderes de ambas fuerzas.
Sudán se ha sumido en el caos desde que un golpe militar en 2021 derrocó a un gobierno que compartía el poder con apoyo occidental y desbarató las esperanzas de los sudaneses de alcanzar un gobierno democrático después de tres décadas de autocracia y represión bajo el presidente islamista Omar Al Bashir.
Un alzamiento popular de meses forzó el derrocamiento militar de Al Bashir y su gobierno islamista en abril de 2019. Desde entonces, el expresidente, buscado por la Corte Penal Internacional por el conflicto de Darfur, está encarcelado en Jartum.