En sus primeras declaraciones tras la muerte de su hijo Julián Figueroa, la actriz y cantante Maribel Guardia pidió orar por su familia y a pesar de reconocer que no hay dolor más grande que perder a un hijo, dijo tener fe en que volverán a encontrarse.
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“Les quiero dar las gracias por estar en este momento tan difícil para nosotros. No quise hacer nada en una funeraria porque Julián murió en la casa y porque Julián cuando murió su papá sufrió muchísimo con que lo anduvieran (buscando) de arriba para abajo”, dijo el martes por la noche a medios de comunicación reunidos a las afueras de su casa en la Ciudad de México.
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“Ha sido muy duro perderlo, pero Dios me lo dio, Dios me lo quitó, lo entrego en sus manos”, señaló.
Figueroa, quien se desempeñó como cantautor y actor, falleció el domingo por la noche a causa de un infarto agudo de miocardio y fibrilación ventricular. Tenía 27 años.
Durante sus declaraciones Guardia no pudo contener el llanto y estuvo abrazada por su nuera, Imelda Garza Tuñón, madre del único hijo de Figueroa. “Gracias a Dios me dejó esta niña tan linda, mi nuera preciosa”, dijo Guardia al tiempo que señaló que será su labor continuar con la educación de su nieto. Guardia recordó a Figueroa como un padre dedicado.
“Les pido a todos los que me están viendo que recen mucho por mi hijo y que recen mucho por nosotros para que podamos tener valor”, dijo. “Porque no hay dolor más grande que enterrar a un hijo... no se lo deseo a nadie”, señaló.
Guardia detalló que toda la familia Figueroa, incluida la viuda de su exesposo y padre de su hijo, el cantautor Joan Sebastian, se dieron cita en su casa para acompañarla. También dijo que su familia en Costa Rica la está apoyando en este difícil momento y agradeció a su esposo, Marco Chacón, por haberla ayudado a criar a su hijo.
“Que vuele alto mi hijo. Sé que algún día nos vamos a volver a encontrar y espero que ahora esté con su papá”, afirmó.