“Los niños y niñas de Haití viven en un ciclo mortal de violencia, pobreza y hambre que mantiene a casi la mitad de esa población en una situación grave de inseguridad alimentaria”, informó la Organización No Gubernamental Save the Children.
Al terremoto sufrido por el país caribeño hace mes y medio se sumó el aumento de la inflación o de los niveles de violencia, en un escenario marcado también por la inestabilidad política y en el que 5.2 millones de personas necesitan ayuda humanitaria, entre ellos 1.9 millones de niños, según datos de la ONU.
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La directora de Save the Children en Haití, Chantal Sylvie Imbeault, lamentó que “cada problema se cruza con los demás para crear una policrisis como ninguna otra. La mitad de la población lucha por sobrevivir, y los padres se despiertan sin saber si alimentarán a sus hijos y cómo lo harán”, señaló en un comunicado.
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) muestra que el 22% de los niños de Haití sufren desnutrición crónica. Niños y niñas como Alisha, quien llegó con bajo peso a un centro de nutrición cuando tenía 17 meses. Su madre Jinette, celebra su recuperación: “Antes no jugaba, pero ahora sí y corre por todas partes. Me gustaría que mi bebé creciera, para que pudiera ir a la escuela y llegar a ser algo en la sociedad en el futuro”.
Imbeault ve “inconcebible” que la población haitiana tenga que pasar por esta emergencia y pide ayuda “urgente” a la comunidad internacional. Los actores humanitarios estiman que el país necesita 715 millones de dólares en fondos, según la ONU.
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“También necesitamos que se ponga fin de inmediato a la violencia que está matando a personas inocentes y agravando la vulnerabilidad de los niños, los adolescentes y sus familias”, añadió la responsable de Save the Children.