MADRID, 11 (Portaltic/EP)
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Es una de las conclusiones a las que ha llegado el periodista Gabriel J.X. Dance tras una investigación publicada en The New York Times, con la que pretende demostrar el gran consumo de energía que se da con la actividad de esta industria.
En este artículo señala que hacia el 14 de febrero de 2021 casi 40 personas habían fallecido como consecuencia de las bajas temperaturas registradas en la ciudad de Austin, Texas, a la vez que en otro punto del estado una serie de ordenadores estaban consumiendo suficiente electricidad con operaciones de Bitcoin como para abastecer a unos 6.500 hogares.
En total, The New York Times ha identificado 34 operaciones a gran escala de minería, las cuales "pueden generar costes, incluidas facturas de electricidad más altas y una enorme contaminación de carbono", según se indica en este reportaje.
Si bien esta industria de las criptomonedas se situaba principalmente en China, fue en junio de 2021 cuando Estados Unidos se convirtió en el líder mundial y, desde entonces, el consumo de la energía no ha hecho más que crecer, así como el impacto negativo en el medio ambiente.
Tanto es así que los equipos dedicados a la minería en la ciudad de Kearney (Nebraska) consumen tanta electricidad como las 73.000 casas que se sitúan a su alrededor, mientras que en Dalton (Georgia) este consumo es equivalente a los 97.000 hogares que los rodean.
Peor es el caso de la mina de Riot Platforms, en Rockdale (Texas), que se posiciona como la que consume más energía en todo Estados Unidos, ya que en sus operaciones emplea la misma electricidad que utilizan 300.000 hogares en conjunto.
Para establecer una media de las 34 operaciones identificadas en este artículo, The New York Times determina que cada una de ellas consume al menos 30.000 veces más energía que el hogar promedio en Estados Unidos. De hecho, en total, estos centros de minería consumen más de 3.900 megavatios de electricidad, esto es, la misma electricidad que los tres millones de hogares que se sitúan a su alrededor.
Según datos de la compañía tecnológica WattTime, la minería de Bitcoin solo en Estados Unidos consume la electricidad equivalente a la generada por 3,5 millones de coches de gasolina.
En torno a la contaminación, tomando como referencia las 34 minas estudiadas, The New York Times también concluye que estas estaban generando casi 16,4 millones de toneladas de dióxido de carbono anualmente.
MAYOR IMAPACTO NEGATIVO QUE POSITIVO
El incremento de precios del consumo es una consecuencia directa del afloramiento de estas industrias mineras en el país, hasta el punto de que el precio de la luz ha incrementado un 5 por ciento -esto es, 1.800 millones por año, según datos de este periódico y la consultura Wood Mackenzie.
A diferencia de otras industrias, como la fabricación de metales y plásticos, que requieren grandes cantidades de electricidad, contaminan y elevan sus precios, las minas de Bitcoin generan "significativamente menos empleos, de modo que estimulan un menor desarrollo económico local, tal y como recuerda este periódico.
Este, además, puntualiza que existen formas de operar criptomonedas haciendo un uso menor de la electricidad, tal y como sucede en Ethereum, que modificó su algoritmo para reducir la electricidad que consume.
Al contrario que esta criptomoneda, la segunda más popular, los usuarios de Bitcoin defienden su algoritmo actual por ser resistente a los ataques durante más tiempo y a mayor escala, lo que promete una mayor seguridad de sus activos.