MADRID, 9 (EUROPA PRESS)
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Ferencz era el último fiscal con vida de los juicios que marcaron la primera vez en la historia que se procesaba a asesinos en serie por crímenes de guerra. En ellos se condenaron a 22 comandantes de escuadrones de la muerte nazis tras la Segunda Guerra Mundial.
En ese momento tenía tan solo 27 años y en su carrera posterior desempeñó un papel crucial en la obtención de compensación para los supervivientes del Holocausto y la creación del Tribunal Penal Internacional en La Haya.
Defensor incansable de los derechos humanos, también escribió nueve libros y decenas de artículos, pronunció innumerables discursos y viajó por el mundo hasta los 90 años difundiendo su lema de "ley, no guerra".
El abogado neoyorquino, que había cumplido los 103 años el pasado 11 de marzo, fue educado en Harvard y venía de una familia de judíos húngaros.