MADRID, 9 (EUROPA PRESS)
Las tensiones habían aumentado en los últimos meses entre la junta militar instaurada tras los golpes de Estado de agosto de 2020 y mayo de 2021 y el Marco Estratégico Permanente (CSP, según sus siglas en francés) --que integra a antiguos rebeldes tuareg y a miembros de milicias progubernamentales-- en medio del aumento de la inseguridad a causa de los ataques por parte de grupos yihadistas.
El CSP anunció a finales de diciembre la suspensión de su participación en el acuerdo de paz y pidió un proceso de mediación internacional en un lugar neutral ante lo que describió como una falta de voluntad de la junta para cumplir con lo pactado en Argel en 2015 que supuso que los grupos separatistas tuareg pasaran a formar parte de las Fuerzas Armadas, se sellara un alto el fuego y se propuso dotar de más competencias a la parte septentrional de Malí.
Los mediadores internacionales presentaron sus propuestas el pasado viernes, convencidos de que "tienen en en cuenta las preocupaciones expresadas por ambas partes" y tienen como objetivo el "restablecimiento de la confianza y del diálogo constructivo" bajo los auspicios del Comité de Seguimiento del Acuerdo presidido por Argelia.
Mientras, la comunidad internacional hace un llamamiento urgente a las partes para que se abstengan de "acciones que puedan poner en peligro los esfuerzos de mediación" mientras reafirma su pleno compromiso de acompañar a las partes ensu caminio a la "paz duradera, la estabilidad y la reconciliación, en estricto respeto a la unidad, integridad territorial y soberanía de su país", reza el comunicado de la Misión Multidimensional Integrada de Estabilización de Naciones Unidas en Malí (MINUSMA).