KIEV, Ucrania (AP) — Una organización de socorro ucraniana ha llevado de vuelta a Ucrania a 31 niños desde Rusia, a donde fueron trasladados durante la guerra, informó el titular de la agrupación el sábado.
Mykola Kuleba dijo en una conferencia de prensa en Kiev que estaba prevista la llegada de los menores a la capital ucraniana durante el día.
Kuleba es el director ejecutivo de la organización Save Ukraine (Salva a Ucrania) y es el comisionado presidencial para los derechos de los niños.
Las deportaciones de niños ucranianos han sido una preocupación desde la invasión rusa a Ucrania que dio inicio el 24 de febrero de 2022.
A fin de aumentar las presiones contra Rusia, la Corte Penal Internacional emitió el 17 de marzo órdenes de captura contra el presidente ruso Vladímir Putin y la comisionada rusa para los derechos de la infancia, Maria Lvova-Belova, a quienes acusó de secuestrar niños ucranianos.
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) dijo esta semana que se había comunicado con Lvova-Belova, la primera intervención internacional confirmada de alto nivel para reunir a familias con niños que fueron deportados a la fuerza.
La organización conversó con Lvova-Belova “de acuerdo con su mandato para restaurar la comunicación entre las familias separadas y facilitar la reunificación donde sea factible”, señaló el portavoz del CICR, Jason Straziuso.
Según una investigación de The Associated Press, Lvova-Belova estuvo implicada en los secuestros y se encontró un esfuerzo abierto para poner a los niños ucranianos en adopción en Rusia.
Lvova-Belova declaró el miércoles ante una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU que los niños fueron trasladados por su seguridad —no secuestrados—, una aseveración rechazada ampliamente por la comunidad internacional.
El número exacto de niños ucranianos llevados a Rusia ha sido difícil de determinar y las cifras facilitadas por las partes beligerantes difieren mucho unas de las otras.
En una declaración difundida el miércoles en Twitter, el embajador ucraniano ante la ONU, Sergiy Kyslytsya, dijo que más de 19.500 niños fueron arrebatados a sus familias o a orfanatos y deportados a la fuerza.