MADRID (AP) — Los ataques y acusaciones entre el Barcelona y el presidente de la Liga española Javier Tebas continúan.
El lunes el club pidió la renuncias de Tebas después de que surgió un reporte de que la liga entregó evidencia falsa a la fiscalía contra el Barcelona en el escándalo de arbitraje que involucra al club catalán.
Tebas aseguró que el reporte que publicó el diario La Vanguardia es engañoso y con una premisa incorrecta, pero fue suficiente para incrementar la disputa entre ambas partes.
“No es la primera vez que el presidente de LaLiga utiliza toda su maquinaria mediática para dinamitar al FC Barcelona”, aseguró el club en un comunicado. “Pero, al margen de sus habituales sinsentidos, nunca podríamos haber imaginado que hubiera pretendido incriminar a nuestro Club con pruebas falsas”.
El Barça indicó que la noticia publicada por La Vanguardia “es de una gravedad que debería alertar a todos los clubs de LaLiga, por unas prácticas que no tienen ningún encaje en las funciones que son atribuidas al presidente de LaLiga”.
“Sólo por este hecho, el de atribuirse funciones que no le corresponden, aunque también por dignidad y respeto a la presidencia de LaLiga, el señor Tebas debería dimitir en su función”, añadió el club. “Sin embargo, conocedores de su obsesión por perseguir al FC Barcelona y mostrando constantemente su aversión y manifiesta antipatía hacia nuestro Club, entendemos que el actual presidente de LaLiga persistirá en su comportamiento de seguir perjudicando a nuestro Club”.
Tebas le pidió una corrección al periódico y dijo que el artículo incluye afirmaciones, e informaciones erróneas" que “perjudican gravemente mi honor” y “la imagen” de la liga español.
El Barcelona “se siente víctima de un linchamiento mediático por unos hechos que nunca han ocurrido: el Barça nunca ha comprado árbitros”.
El equipo ha estado bajo la lupa desde que se dio a conocer que el club pagó millones de dólares a través de los años a una empresa que pertenece al vicepresidente del comité de arbitraje del país.
El club negó cualquier delito y dijo que los pagos fueron por reportes técnicos y no para influir en las decisiones arbitrales.