BOGOTÁ (AP) — El presidente colombiano Gustavo Petro y su delegación de negociadores en el proceso de paz con la guerrilla Ejército de Liberación Nacional se reunieron de manera extraordinaria el viernes en la noche para evaluar el futuro del diálogo luego de un ataque con explosivos en el que murieron nueve militares y otros nueve resultaron heridos.
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Al finalizar la reunión, el alto comisionado de paz, Danilo Rueda, aseguró que pese a la crisis que atraviesan el gobierno mantiene su voluntad de continuar con las negociaciones en Cuba, donde se prevé inicie la tercera ronda en las próximas semanas, pero solicitó al ELN voluntad para agilizar un cese al fuego bilateral.
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Otty Patiño, jefe de la delegación gubernamental, pidió al ELN una “respuesta clara” con respecto a si la guerrilla está valiéndose de las conversaciones de paz para fortalecerse en los territorios donde opera o si, por el contrario, “su estadía en la mesa significa una real vocación de paz”.
Además del ataque a los militares, en los últimos días el ELN ha incrementado el hostigamiento hacia la población civil en los departamentos de Cauca, Arauca, Chocó y Nariño, según advirtió Patiño.
En el pasado, los ataques del ELN provocaron que las conversaciones de paz se vinieran abajo. En 2019, el diálogo fue suspendido definitivamente debido a un atentado con explosivos perpetrado por esta guerrilla contra una escuela de policías en el que murieron 22 personas. La mesa se reanudó en noviembre del año pasado con la llegada al poder de Petro, el primer izquierdista en ocupar la presidencia del país.
Desde el reciente ataque, ocurrido el miércoles en una zona fronteriza con Venezuela, tanto el gobierno como el ELN se han pronunciado en pro de continuar las negociaciones, aunque cada uno ha hecho pedidos distintos sobre asuntos prioritarios a atender. Hasta el momento han culminado dos ciclos de conversaciones en Caracas y México.
De parte del gobierno, Rueda dijo el viernes a una emisora gubernamental que buscarán "generar un aceleramiento” para lograr un cese al fuego bilateral con la guerrilla, un tema que ya empezó a ser discutido por las partes para que sea temporal, nacional y verificado.
En tanto, el máximo comandante del ELN, Eliécer Erlinto Chamorro, alias “Antonio García”, defendió en Twitter lo que considera el “derecho” del ELN a responder a los ataques que recibe porque aún no han pactado un cese al fuego, por lo que instó a Petro a discutir en la reunión del viernes los “ataques realizados por las Fuerzas Militares y de Policía contra el ELN” que, aseguró, incluyen casos de capturados que fueron “ejecutados en estado de indefensión”.
Según el ejército, los militares fueron atacados el miércoles con armas de largo alcance y artefactos explosivos improvisados cuando se encontraban en una operación de seguridad en el oleoducto Caño Limón-Coveñas, de la estatal Ecopetrol, que suele ser atacado por el ELN.
Decenas de ciudadanos y militares en Bogotá, Cúcuta, Cali, Ibagué y Villavicencio participaron en una vigilia el viernes en la noche para rendir homenaje a los siete soldados y dos oficiales que perdieron la vida en el ataque, y pidieron por la salud de los otros nueve militares que se recuperan en un centro médico de Cúcuta, capital del departamento Norte de Santander.
“Es muy triste ver cómo le están entregando a nuestro país a los delincuentes. La verdad nos duele mucho que día a día asesinen policías y asesinen militares y no pasa nada”, dijo a The Associated Press Laura Valentina Lino, habitante de Bogotá, quien participó del homenaje.
El ELN, fundada en 1964, es considerada la última guerrilla activa en Colombia, luego de que en 2016 el Estado lograra un acuerdo de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Además de buscar la paz con el ELN, Petro se ha propuesto lograr diálogos con otros grupos armados y bandas de narcotraficantes, dado que la violencia persiste en el país.