MADRID, 1 (EUROPA PRESS)
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Miles de edificios y monumentos emblemáticos de todo el mundo volverán a iluminarse de color azul este domingo 2 de abril en apoyo y solidaridad con el colectivo de personas con Trastorno del Espectro del Autismo (TEA) y sus familias.
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De este modo, el movimiento asociativo se suma un año más a la campaña internacional de sensibilización 'Light It Up Blue' ('Ilumínalo de azul', en español) ya que, cada 2 de abril, se conmemora el Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo, declarado por Naciones Unidas para poner de relieve la necesidad de contribuir a la mejora de la calidad de vida de las personas que lo padecen.
En España, más de 450 edificios y monumentos, tanto de titularidad pública como privada, se tiñeron de azul en 2022 por este día, una iniciativa que aúna a ayuntamientos, diputaciones provinciales, asambleas y parlamentos autonómicos, así como a monumentos y edificios emblemáticos.
El reto para este 2023 es alcanzar los 500 edificios y monumentos iluminados. Cualquier persona puede solicitar a los responsables de un edificio o monumento de su localidad que se sume a la iniciativa. Para ello, pueden utilizar tanto el modelo de carta como el cartel de la iniciativa, disponibles en la web 'www.diamundialautismo.com', en el apartado 'Ilumina de Azul' (tanto en castellano como en el resto de lenguas cooficiales). También pueden compartir imágenes a través de sus perfiles de redes sociales con los hashtag #IluminadeAzul #LIUB.
Este año, se han programado otras acciones, como la prevista este sábado 1 de abril en el que más de un centenar de drones iluminarán el cielo en el lago de la Casa de Campo de Madrid, a partir de las 21.00 horas, para realizar una coreografía de 'Naturaleza y vida'. El espectáculo será gratuito.
Además, se ha hecho un llamamiento a la ciudadanía para subir sus fotos a las redes sociales haciendo el infinito (símbolo del autismo) con sus manos, con los hashtags #DíaMundialAutismo #LlamémosloPorSuNombre.
Este 2023, la campaña lleva por lema 'Llamémoslo por su nombre' --promovida por el movimiento asociativo del autismo y Fundación Gmp, con la colaboración de Fundación ONCE-- y busca visibilizar la diversidad del autismo que sufren más de 470.000 personas en España.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), uno de cada 160 menores tiene el Trastorno del Espectro Autista, aunque en base a los últimos datos registrados, diferentes estudios evidencian que actualmente uno de cada cien niños y niñas tiene TEA y que esta cifra seguirá creciendo.
Los primeros síntomas del autismo suelen evidenciarse a una edad temprana del desarrollo, entre los 12 y 18 meses. Aunque los síntomas demuestran un desarrollo diferente al resto de niños, muchos padres no los reconocen hasta que no empiezan a hablar a la edad habitual, por lo que el diagnóstico se retrasa hasta después de los 3 años.
Precisamente, este viernes 31 de marzo, el Gobierno ha anunciado que el I Plan de Acción de la Estrategia Española en trastornos del espectro del autismo estará aprobado antes del próximo verano. El Plan tendrá una vigencia de 4 años y será revisado de manera bianual.
PROBLEMAS DE SALUD MENTAL, DEL SISTEMA NERVIOSO Y OTRAS COMORBILIDADES
Según ha puesto de manifiesto un estudio epidemiológico llevado a cabo por la Confederación Autismo España y que ha sido publicado en la revista 'Frontiers in Psychiatry', los pacientes con autismo suelen padecer problemas de salud mental, del sistema nervioso y otras comorbilidades.
Se trata del primer acercamiento a conocer el estado de la salud de los niños, adolescentes y personas adultas autistas en España. Para ello, los profesionales del área de Investigación de Autismo España han analizado los datos de 2.629 personas con autismo, incluidos en el registro sociodemográfico que la Confederación viene desarrollando desde 2015, con el objetivo de conocer la prevalencia de otros problemas asociados al autismo en la población española.
La proporción de hombres y mujeres fue de 4 a 1, aunque posiblemente el diagnóstico en las mujeres está infraestimado por una comprensión del autismo centrada en las manifestaciones masculinas y la falta de instrumentos y procedimientos diagnósticos que tengan en cuenta este sesgo de género.
De esta forma, los expertos han observado que los problemas de ansiedad eran los más frecuentes y aparecían ya diagnosticados desde la edad escolar, aunque la edad se asocia a mayor presencia de este diagnóstico y de prescripción de antidepresivos y ansiolíticos.
Por el contrario, el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es más frecuente en los participantes más jóvenes, habiendo un posible retraso en su diagnóstico. Las mujeres, las personas más mayores y aquellas con discapacidad intelectual presentan más probabilidades de padecer comorbilidades y de recibir tratamientos psicofarmacológicos.
Las mujeres también son más propensas a sufrir discapacidad intelectual y funcional. Además, tal y como ha reflejado el trabajo, ser mujer también se asocia a mayor grado de discapacidad intelectual y a más necesidades de apoyo.
Del mismo modo, casi todas las personas participantes tienen más probabilidades de tener problemas de funcionamiento adaptativo, especialmente aquellas con discapacidad intelectual (que son el 50% de la muestra). A excepción de los trastornos de la personalidad y el TDAH, todos los demás problemas psiquiátricos eran más frecuentes en las personas con discapacidad intelectual.
Por otro lado, casi la mitad de los participantes tenían prescritos psicofármacos desde la infancia (antipsicóticos y antiepilépticos principalmente). "Esto sorprende, pues el porcentaje de prescripción de estos fármacos es superior al de diagnóstico de los problemas psiquiátricos o neurológicos a los que se dirigen", han comentado desde la organización.
Finalmente, y teniendo en cuenta que en el estudio no hay participantes mayores de 60 años, Confederación Autismo España cree que se puede asumir que las personas autistas experimentan las enfermedades de forma prematura respecto a la población general.