MADRID, 31 (EUROPA PRESS)
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Bliken ha mantenido una conversación telefónica con Cohen en la que ha destacado "la importancia de la duradera relación bilateral entre Estados Unidos e Israel", según un comunicado del Departamento de Estado estadounidense.
Asimismo, ambos han abordado los "desafíos compartidos, incluido Irán" y "los esfuerzos para hacer avanzar los intereses mutuos, entre ellos el aumento de la integración regional de Israel". Blinken ha mostrado además su compromiso con la solución de dos estados para el conflicto palestino-israelí.
En este sentido, Blinken ha aplaudido los esfuerzos para rebajar las tensiones en los encuentros de alto nivel en Jordania y Egipto y ha reseñado "la importancia de evitar acciones unilaterales que incrementen las tensiones".
Por su parte, Cohen ha confirmado una conversación con Blinken, al que ha descrito como "un amigo", y ha aseverado que Israel "seguirá trabajando para reforzar el diálogo con este gran aliado". "Estoy contento de que haya un canal de diálogo abierto entre el secretario de Estado y yo", ha apuntado.
"Hemos hablado sobre la expansión de los 'Acuerdos de Abraham', la exención de visados para los israelíes y la reforma judicial", ha reseñado, sin entrar en más detalles. "Nuestra relación con Estados Unidos es uno de los pilares de nuestra política exterior", ha apostillado el ministro israelí.
La conversación ha tenido lugar días después de que Biden se mostrara "muy preocupado" por la situación en Israel y apuntara que el país "no puede continuar por este camino", tras unas movilizaciones masivas y una huelga sin precedentes que forzó al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, a suspender los trámites parlamentarios sobre la propuesta.
En respuesta, Netanyahu dijo que "está comprometido a fortalecer la democracia, al tiempo que afirmó que "Israel es un país soberano que adopta sus decisiones en línea con la voluntad popular y no a partir de presiones del extranjero, incluso de sus mejores amigos".
De salir adelante, la reforma daría al Gobierno control total sobre el nombramiento de jueces, incluidos los del Tribunal Supremo, y limitaría en gran medida la capacidad del tribunal de anular legislación que viole la Constitución, al tiempo que permitiría al Parlamento modificar leyes que consiga anular con una mayoría simple de 61 de los 120 diputados.