WASHINGTON (AP) — Tras la quiebra de dos bancos en Estados Unidos, el presidente Joe Biden pidió el jueves a las agencias reguladoras independientes que impongan reglas más estrictas al sistema financiero, diciéndoles que pueden actuar bajo la ley actual sin que el Congreso tome medidas adicionales.
Los cambios recomendados por la Casa Blanca claramente intentan culpar a la administración del presidente Donald Trump por debilitar la supervisión de los bancos regionales, emitiendo una hoja informativa que dice que el predecesor de Biden “debilitó muchos requisitos y supervisión importantes de sentido común”.
“El presidente está instando a los reguladores bancarios a considerar reformas que reduzcan el riesgo de futuras crisis bancarias”, dijo a los periodistas la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre.
Silicon Valley Bank, con sede en California, y Signature Bank, con sede en Nueva York, quebraron en un fin de semana y requirieron la intervención del gobierno. Más tarde, First Republic Bank recibió una infusión de emergencia de 30.000 millones de fondos de 11 grandes bancos privados.
Biden quiere revivir y ampliar las reglas para los bancos medianos que enfrentan menos escrutinio que los gigantes de la industria. Las autoridades aseguran que los bancos estadounidenses se han estabilizado desde el colapso de Silicon Valley Bank el 10 de marzo a medida que se implementan los cambios recomendados.
Una vez que los bancos tienen activos por más de 100.000 millones de dólares, la administración les pide que mantengan más capital para absorber pérdidas y enfrentar pruebas de estrés mejoradas para garantizar que puedan resistir una posible crisis. También tendrían que proporcionarle al gobierno “testamentos en vida” para ayudarlos a desmantelarse en caso de colapsar.
Además, Biden quiere que los reguladores brinden una supervisión más agresiva de los bancos y que aseguren que los bancos comunitarios no sean responsables de reponer el fondo de seguro federal para depósitos bancarios.
Greg Baer, director ejecutivo del Bank Policy Institute, criticó las propuestas de la administración y dijo que estas impondrían costos a la economía ya que aún se están revisando las quiebras bancarias.