MADRID, 29 (EUROPA PRESS)
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"Violó las normas y no mostró ningún respeto por nuestra cultura", ha sentenciado el responsable de la oficina de Derechos Humanos de Bali, Anggiat Napitupulu, en declaraciones a 'The Jakarta Post', después de que la imagen del turista, identificado como Yuri, saliese a la luz la semana pasada.
Desde el lunes, Yuri permanece recluido en una oficina migratoria a la espera de su deportación, que llegará "una vez se haya completado el papeleo". Su gesto le costará no sólo la expulsión del país sino también la prohibición de volver en al menos seis meses.
Las autoridades de Bali ya tienen en mente limitar el acceso de los turistas a las montañas de la isla, por los efectos que implica para una naturaleza que la comunidad local considera sagrada. El gobernador, Wayan Koster, ha prometido seguir las directrices marcadas por los líderes religiosos locales.
De hecho, el incidente con el turista ruso no es único, porque en 2022 ya fue expulsado un actor canadiense tras bailar desnudo en el monte Batur y, un año antes, la comunidad de la zona protestó tras la difusión de un vídeo en el que una pareja rusa mantenía relaciones sexuales.