MADRID, 29 (EUROPA PRESS)
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Además, ha denunciado que las "desactualizadas y discriminatorias" leyes paquistaníes sobre fianzas han llevado a unas prisiones abarrotadas de convictos, de los que muchos aún deben ser juzgados o condenados, según un comunicado de HRW.
"El sistema de prisiones de Pakistán necesita una urgente reforma sistemática", ha declarado la directora asociada de HRW en Asia, Patricia Gossman.
Pakistán cuenta con una población reclusa de más de 88.000 personas, y sus prisiones están superpobladas; las habitaciones, diseñadas para tres personas pueden llegar a alojar hasta quince, lo que ha derivado en graves carencias sanitarias.
Las mujeres se encuentran en el grupo de mayor riesgo debido a los prejuicios, la discriminación y los abusos que pueden llegar a sufrir.
Los prisioneros con discapacidades tampoco se quedan atrás, pues a menudo son maltratados y son víctimas de abusos y discriminación; la mayor parte de estas discapacidades son mentales, y las prisiones paquistaníes no proveen asistencia en materia de salud mental.
Tanto la corrupción como las "pobres" infraestructuras han dejado el sistema sanitario de prisiones desabastecido, y no cuentan con suficiente material y equipo médico.
Mientras que los presos más ricos e influyentes pueden llegar a cumplir condena en hospitales privados, los más pobres solo podrán pagar sobornos con el fin de obtener medicina para aliviar el dolor.
Humans Rights Wacth ha pedido a las autoridades paquistaníes una reforma del sistema de fianzas, acelerar los procesos judiciales y priorizar los casos no privativos de libertad para reducir la sobrepoblación en las prisiones.
Según la organización, la provincia de Sindh es la única del país que ha promulgado normas penitenciarias acordes con las leyes internacionales, aunque no se aplican correctamente.