KANSAS CITY, Missouri (AP) — En lo primero que piensa John Sherman, dueño de los Reales de Kansas City, cuando se despierta cada mañana es como jugará el equipo, atrapado en lo que parece ser una reconstrucción interminable, en ese día en particular. No en dónde jugarán dentro de cuatro o cinco años.
PUBLICIDAD
Sin embardo, debido a las modestas expectativas para un equipo que perdió cerca de 100 partidos el año pasado, tiene sentido que muchos fanáticos de los Reales estén tan interesados, o posiblemente más, en los planes para un estadio de béisbol en el centro de la ciudad que en si el jugador de cuadro Bobby Witt Jr. será capaz de duplicar su brillante temporada de novato o si el lanzador Brady Singer puede ser una estrella en el bullpen.
PUBLICIDAD
Es por ello que posiblemente el segundo pensamiento de Sherman sea también sobre el estadio de béisbol en el centro.
“Se trata de una decisión enorme y la considero tal vez como la decisión más importante que tomaremos mientras tengamos el privilegio de administrar el equipo”, dijo Sherman antes del último entrenamiento de lo Reales de cara al día inaugural. “Probablemente estoy tan ansioso como tú por empezar a trabajar en eso, pero es un proceso complicado”.
Los Reales han llamado su casa el estadio Kauffman desde que el estadio Arrowhead, casa de los campeones de Super Bowl, Chiefs de Kansas City, abrieron hace 50 años, dentro de un mes.
Y mientras muchos estadios son reemplazados porque se vuelven obsoletos, el aspecto único de la era espacial del estadio Kauffman, construido en una época en la que los equipos tendían por usar estructuras de donas de concreto impersonales y multideportivas como sus hogares, sigue siendo amado tanto por los fanáticos de los Reales como de sus visitantes.
El problema es que a pesar de múltiples renovaciones a lo largo de los años, el concreto que mantiene unido al estadio comienza a desmoronarse en algunos sitios. El costo de simplemente reparar y mantener el estadio se volvió prohibitivo.
Entonces, con la decisión esencialmente tomada para construir un nuevo estadio, los Reales revelaron sus planes de construir un desarrollo completo con el mismo modelo de The Battery, en Atlanta, donde los Bravos construyeron Truist Park y Ballpark Village, en San Luis, donde el nuevo estadio Busch es simplemente la pieza central de un distrito de entretenimiento.
No hay un sitio asegurado, pero muchas de las más prometedoras están en el centro de Kansas City, donde el distrito Power & Light, junto con el centro T-Mobile han encabezado una exitosa era de renovación urbana.