PARÍS (AP) — Fuerzas policiales de Francia se enfrentaron el martes con manifestantes en varias ciudades del país luego de que cientos de miles de personas salieron a las calles en protesta contra la impopular reforma al sistema de pensiones impulsada por el presidente Emmanuel Macron.
La seguridad se reforzó para la 10ma ronda de marchas desde enero después de que el gobierno advirtió que algunos manifestantes pretendían “destruir, lesionar y asesinar”.
El Ministerio del Interior informó que hubo alrededor de 740.000 manifestantes a nivel nacional, menos del millón que se registraron hace cinco días, cuando los inconformes expresaron su enojo por la orden de Macron de impulsar el proyecto de ley que eleva la edad legal de jubilación de 62 a 64 años sin una votación por el Parlamento. La policía de París contabilizó a 93.000 personas en la capital, mientras que el jueves pasado se reportaron 119.000 manifestantes.
En un intento por mantener la presión sobre el gobierno para que retire la iniciativa, los sindicatos que organizan las protestas convocaron a nuevas huelgas y manifestaciones para el 6 de abril.
En una señal de que las protestas podrían estar perdiendo algo de impulso, los trabajadores de saneamiento de París anunciaron la suspensión de su huelga de más de tres semanas que ha dejado montañas de basura sin recolectar en las calles de la capital. La basura acumulada en las calles de París se convirtió en un símbolo de las protestas.
El sindicato CGT, el cual organizó las huelgas, dijo en un comunicado que los trabajadores retomarán sus labores el miércoles. Se desconoce si las compañías privadas responsables de mantener limpios algunos de los distritos de la capital volverán al trabajo.
Las preocupaciones de que los actos de violencia pudieran manchar las protestas obligaron a un despliegue de 13.000 agentes de policía, casi la mitad de ellos en la capital, en una medida sin precedentes, según el ministro del Interior Gérald Darmanin.
En un punto de la protesta, un grupo de fuerzas de seguridad de París se replegó detrás de las puertas de madera de un edificio residencial durante un enfrentamiento de varias horas contra radicales de izquierda que les arrojaron distintos proyectiles y pirotecnia, que originaron un incendio en el lado exterior de la puerta.
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Elaine Ganley, Jade le Deley, Jeffrey Schaeffer, Helena Alves y Masha Macpherson contribuyeron a este despacho.