MADRID, 27 (EUROPA PRESS)
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"Esta decisión tenía como objetivo aliviar a los que ayunaban durante el mes de Ramadán durante una hora", ha explicado en rueda de prensa, mostrándose sorprendido porque determinados partidos hayan considerado la medida como una "provocación".
Así, el primer ministro en funciones ha afirmado que el debate ha adquirido toques "sectarios". "El problema no es el horario de verano o el de invierno: es el vacío presidencial", ha sentenciado, culpando así a "líderes religiosos y políticos" por no llegar a un acuerdo, ha informado Naharnet.
Mikati, musulmán suní, realizó el anuncio sin dar explicaciones el pasado viernes al declarar que el horario de verano, es decir, el adelanto de una hora de los relojes del país, tendría lugar este año en la medianoche del 20 al 21 de abril. Tras ello, una conversación filtrada con el presidente chií del Parlamento, Nabih Berri, reveló que el motivo era la conmemoración del Ramadán.
El incidente provocó que los libaneses se despertasen el domingo con dos zonas horarias distintas: la designada por Mikati, el horario de invierno, y la de la Iglesia maronita, de verano, apoyada también por el partido cristiano del Movimiento Patriótico Libre (PML).
La medida, además de ser repudiada por el MPL o la iglesia, tampoco fue acatada por instituciones educativas o medios de comunicación como 'L'Orient-Le Jour' o las cadenas LBC y MTV, que cambiaron el domingo al horario de verano.
Mikati actúa como primer ministro dimitido desde el final de la anterior legislatura, con la elección en mayo de un nuevo Parlamento, sin que por el momento haya habido un acuerdo entre los distintos partidos para el relevo en el Gobierno.
Sin presidente en Líbano no pueden entrar en vigor las leyes aprobadas en la cámara, ni se puede designar a un primer ministro, ni aprobar gabinetes antes de su ratificación parlamentaria. A ello se le añade una crisis nunca vista desde hace un cuarto de siglo y que desde finales de 2019 ha alcanzado un punto crítico donde han coincidido el colapso de la moneda, el aumento de la inflación hasta los triples dígitos y cortes en el suministro de energía.