SANTIAGO (AP) — El asesinato de una agente de policía en Chile remeció el lunes al gobierno y los diputados, que suspendieron sus actividades para acelerar la tramitación de proyectos de ley sobre seguridad relacionados con ataques a efectivos policiales.
Fue el segundo crimen de un policía en menos de dos semanas y golpeó fuerte en la sede de gobierno porque el propio presidente Gabriel Boric y varios de sus actuales ministros rechazaron en 2021, cuando eran diputados, uno de los proyectos que ahora se busca agilizar.
La sargento Rita Olivares fue asesinada el fin de semana cuando participaba en un procedimiento policial. El asesinato de otro policía a mediados de mes llevó al máximo jefe de la fuerza, general Ricardo Yáñez, a clamar “ya basta, ya basta” y pedir la aprobación de proyectos de ley de seguridad que los protegen. Fue recriminado por el gobierno.
Boric reiteró esta jornada el respaldo del gobierno a la policía y anunció que personalmente acompañará a la fuerza en “procedimientos operativos” para enfatizar su apoyo, pero no dio detalles.