MADRID, 16 (EUROPA PRESS)
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Varios miembros de la coalición han seguido la línea del primer ministro y han criticado la propuesta de reforma de ley a través de diversos comunicados publicados en sus redes sociales.
El secretario del gabinete, Yossi Fuchs, ha recalcado que esta propuesta se trata de "un esquema del presidente, no acordado de ninguna forma por un partido de la coalición". La ministra de Transportes, Miri Regev, ha ido más allá, y ha calificado la reforma de Herzog como "un insulto a la inteligencia del público".
Con palabras más suaves ha hablado el presidente de la Knesset, Amir Ohana, que ha recalcado que, aunque considera que él es "alguien que aprecia y respeta" al mandatario, su propuesta "no brinda una respuesta a los males de la relación entre el poder judicial y la Knesset y el Gobierno".
También ha remarcado su apoyo al presidente el ministro de Finanzas israelí, Bezalel Smotrich, aunque ha expresado sus críticas a la reforma propuesta: "Tengo un gran respeto por el presidente, pero un plan para cambiar los resultados de las elecciones, que perpetúa el gobierno antidemocrático de los juristas y acepta todas las concesiones de los opositores a la reforma, no puede ser una base para el compromiso".
OPOSITORES Y EX PRIMEROS MINISTROS APOYAN A HERZOG
Por otro lado, el líder de la oposición israelí y ex primer ministro del país, Yair Lapid, ha felicitado al presidente y ha pedido hacer "todo lo posible para evitar una desintegración económica, social y de seguridad que perjudique gravemente la resiliencia nacional".
"Mientras la coalición continúe al galope de una legislación extrema y depredadora, el peligro para la democracia israelí no ha pasado y continuaremos luchando por un Israel judío, democrático, liberal y fuerte", ha sentenciado.
El ex primer ministro Naftali Bennett ha pedido a la colación que acepte la propuesta de reforma "para evitar una guerra civil", argumentando que en este conflicto "no hay ganadores ni perdedores".
Asimismo, el líder del partido Nueva Esperanza, Gideon Sa'ar, ha mostrado su apoyo a la propuesta de Herzog y ha criticado el rechazo de Netanyahu, a quien ha acusado de demostrar "una falta de liderazgo y una miopía histórica".
"El esquema del presidente en su conjunto es amplio, equilibrado y fundamentalmente decente", ha argumentado, antes de agregar que "toda la responsabilidad recaerá sobre aquellos que pierdan la oportunidad de evitar una ruptura en el pueblo de Israel en esta hora fatídica".
El exministro de Defensa Benny Gantz, líder del partido de Unidad Nacional, también ha respaldado el esfuerzo de Herzog: "Hago un llamamiento a Netanyahu y a todos los partidos del sistema político para que se comporten de manera responsable, en esta hora fatídica, para adoptar el esquema y comenzar a promoverlo de inmediato".
UNA PROPUESTA DE REFORMA JUDICIAL PARA LOGRAR EL CONSENSO
La hoja de ruta para la reforma judicial alternativa propuesta por Herzog, incluye diversos cambios. El comité para elegir a los jueces estaría integrado por once miembros: gobierno y coalición con cuatro representantes, mientras que el Poder Judicial tendría tres miembros, entre ellos el presidente del Tribunal Supremo y otros dos jueces. Completarían el órgano dos miembros de la oposición y otros dos nombrados por el ministro de Justicia con el acuerdo del presidente del Supremo.
Los nombramientos para el Supremo tendrían que tener una mayoría de siete de los once miembros que hay en total. Por lo tanto, la coalición no tendría 'de facto' el control absoluto de la designación de jueces, según ha informado el diario 'The Times of Israel'.
Asimismo, aprobar una ley en el Parlamento requeriría cuatro lecturas -- las tres primeras con 61 votos y la cuarta con 80--, mientras que cualquier cambio a la ley electoral requeriría la aprobación de 80 diputados en cada lectura. Así, las legislaciones tendrían un mayor estatus constitucional, pero no estarían sujetas a revisión judicial.
Por otro lado, la propuesta de Herzog no incluye ninguna disposición o claúsula que indique la posibilidad de que el Supremo pueda invalidar legislaciones aprobadas por el Parlamento, algo que sí contempla el proyecto de ley actual presentado por Netanyahu.
La llamada cláusula de anulación al Supremo se suma a una serie de reformas entre las que destaca un intento por reestructurar los nombramientos de modo que la coalición gubernamental tenga control sobre las elecciones de estos órganos judiciales.
El presidente israelí ha defendido que Israel se encuentra "al borde de una guerra civil". "Precisamente ahora, 75 años después de la existencia de Israel, el abismo está al alcance de nuestras manos", ha sentenciado, según ha informado el diario 'The Jerusalem Post'.