MADRID, 16 (EUROPA PRESS)
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Lo que sí ha aclarado Lagarde en rueda de prensa es que en el Consejo de Gobierno del BCE no hubo ninguna otra propuesta a discutir más allá de la planteada de subir medio punto porcentual, que fue aprobada por "una amplia mayoría" y solo "tres o cuatro" consejeros se opusieron, "no porque discreparan sobre los principios, sino porque querían más tiempo y más datos antes de una subida como la de hoy".
En este sentido, la presidenta del BCE ha reconocido que el reciente episodio de tensiones en los mercados financieros ha incrementado la incertidumbre sobre la evolución de la actividad y de la inflación, apuntando que, si persiste la línea base de las previsiones del BCE, cuya recogida de datos fue anterior a los problemas bancarios de los últimos días, "cuando la incertidumbre se reduzca queda un terreno por cubrir".
"No es posible en este momento determinar en este punto cuál será la senda", ha subrayado la francesa al ser cuestionada sobre las posibles subidas de los tipos en las próximas reuniones, por lo que ha reiterado que esta situación refuerza el criterio de dependencia de los datos del BCE.
En cualquier caso, Lagarde ha hecho hincapié en que el BCE "no renuncia" a su compromiso con la estabilidad de precios y ha subrayado la determinación "intacta" de la entidad para retornar al objetivo del 2% en el medio plazo.
En su reunión de este jueves, el Consejo de Gobierno del BCE decidió elevar los tipos de interés en 50 puntos básicos, tal y como había anticipado que haría, de forma que la tasa para sus operaciones de refinanciación se situará en el 3,50%, mientras que la tasa de depósito alcanzará el 3% y la de facilidad de préstamo el 3,75%.
El instituto emisor prevé que la inflación seguirá siendo "demasiado alta durante demasiado tiempo", subrayando que el elevado nivel de incertidumbre refuerza la importancia de un enfoque dependiente de los datos para las decisiones del Consejo de Gobierno sobre los tipos de interés.
Con esta sexta subida consecutiva del precio del dinero, que se ha situado en su nivel más alto desde octubre de 2008, el BCE mantiene el ritmo de la normalización de su política monetaria, a pesar de las turbulencias en el sector financiero, tras la intervención en Estados Unidos de dos entidades bancarias el pasado fin de semana y el desplome bursátil de la banca europea ante las dudas sobre Credit Suisse.
BANCA SÓLIDA.
En este sentido, el BCE ha afirmado que está haciendo un atento seguimiento de las actuales tensiones en los mercados y está preparado para responder como resulte necesario a fin de mantener la estabilidad de precios y la estabilidad financiera en la zona del euro.
"El sector bancario de la zona del euro tiene capacidad de resistencia y posiciones de capital y de liquidez sólidas", ha defendido la institución en un comunicado, añadiendo que, en todo caso, el BCE cuenta con todos los instrumentos de política monetaria necesarios para suministrar liquidez al sistema financiero de la zona del euro si fuera necesario y preservar la transmisión fluida de la política monetaria.
Asimismo, ha recordado que el Instrumento para la Protección de la Transmisión (TPI) está disponible para contrarrestar dinámicas de mercado injustificadas y desordenadas que constituyan una seria amenaza para la transmisión de la política monetaria en los países de la zona del euro, lo que permite al Consejo de Gobierno cumplir con mayor efectividad su mandato de estabilidad de precios.
En cualquier caso, el BCE ha advertido de que está preparado para ajustar todos sus instrumentos en el marco de su mandato para asegurar que la inflación vuelva a situarse en su objetivo del 2% a medio plazo y preservar el buen funcionamiento de la transmisión de la política monetaria.
Sobre esta cuestión, Lagarde ha recordado las herramientas "fuertes y poderosas" disponibles en la 'caja de herramientas' del BCE y ha expresado su "gran confianza" en la creatividad y eficiencia de los técnicos del BCE por si fuera necesario dotarse de nuevos instrumentos, aunque ha defendido que las facilidades de crédito con las que cuenta el banco central de la zona euro son probablemente más amplias y accesibles que la de la Reserva Federal de Estados Unidos.
"No veo la necesidad de explorar alternativas y si fuera necesario confío en el 'staff' para ver qué puede hacerse dentro del mandato", ha apuntado.
Asimismo, sobre el posible impacto adverso de la subida de tipos anunciada este jueves, Lagarde ha querido recordar que el sector bancario de la eurozona se encuentra actualmente en una posición completamente diferente a la de 2008.
"Tenemos en mente lo que ha sucedido en el pasado, pero confiamos en que la decisión de hoy fue una decisión robusta y necesaria y respecto del futuro somos data dependientes para tener una mejor evaluación de las tensiones financieras", ha expuesto.
De su lado, el vicepresidente del BCE el español Luis de Guindos, ha señalado que las exposiciones de los bancos de la zona euro a las entidades en problemas estas últimas jornadas son limitadas y no están concentradas, añadiendo que el BCE dispone de una caja de herramientas con la que ofrecer liquidez si fuera necesario.