MADRID, 15 (EUROPA PRESS)
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En concreto, la agencia calificadora ha apuntado que la continua caída de las reservas ha vuelto a Bolivia "vulnerable" al riesgo de un shock de confianza, sin darse señales claras de un apoyo a gran escala por parte de los acreedores oficiales.
A su vez, la perspectiva negativa es reflejo de "una mayor incertidumbre" en torno a la capacidad de las autoridades para gestionar esta situación, así como la "gravedad" que supone el retraso en la publicación de los datos de reservas internacionales.
Recientemente, miles de bolivianos se han agolpado en los últimos días a las puertas del Banco Central de Bolivia y de las casas de cambio para comprar dólares, motivados por una supuesta escasez de la moneda estadounidense, provocada principalmente por la caída de las exportaciones y el contexto internacional de inflación.
DESACELERACIÓN EN 2023
Respecto a las cifras macroeconómicas, Fitch Ratings proyecta que el crecimiento de Bolivia se desacelerará al 2,4% en 2023, con la posibilidad de que la cifra final sea menor por la incertidumbre política y las presiones en la balanza de pagos.
Por su parte, si bien la inflación en Bolivia es una de las más bajas de América Latina, los riesgos relacionados con la disponibilidad de divisas podría empujar la cifra al alza.
La reducción de las presiones en la balanza de pagos o la mejora de la relación entre deuda y PIB podrían ser factores a tener en cuenta por la agencia calificadora para mejorar la nota de solvencia de Bolivia, con políticas que respalden las perspectivas de inversión del sector privado y de crecimiento a medio plazo.