MADRID, 12 (EUROPA PRESS)
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La ONG Human Rights Watch (HRW), especializada en el seguimiento de situación humanitaria internacional, considera que los intentos de la Presidencia tunecina para mitigar la ola de ataques racistas alentada por el mandatario Kais Saied son insuficientes ante la ausencia de una condena explícita a los asaltos contra los inmigrantes que han protagonizado especialmente durante las últimas semanas la actualidad del país.
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Saied denunció, el 21 de febrero, la existencia de "plan criminal" a través de la llegad de "remesas sucesivas de migración irregular" para "alterar la composición demográfica de Túnez con la intención de incorporar al país a África y despojarlo de su filiación a las naciones árabes o islámicas".
El presidente tunecino, ahora mismo líder indiscutible del país tras arrogarse las competencias del Parlamento, responsabilizó directamente a inmigrantes indocumentados del África subsahariana, y ordenó a las autoridades que hicieran cumplir estrictamente la ley que regula la presencia de extranjeros en Túnez.
Estas declaraciones inflamaron todavía más el rechazo de un sector de la población tunecina contra los migrantes subsaharianos "alimentado por el aumento significativo de la retórica anti-negra y el discurso de odio en las redes sociales", lamenta HRW, que se tradujo en un repunte de la violencia contra los migrantes durante los últimos días de febrero.
El 5 de marzo, en un intento de contener el daño causado, la Presidencia tunecina emitió un comunicado rechazando el "presunto racismo" y enumerando una serie de medidas previstas "para facilitar los trámites a los residentes extranjeros y proteger a las diversas comunidades", incluida la agilización del registro de estudiantes extranjeros, facilitando las repatriaciones voluntarias y una nueva línea directa para denunciar abusos.
Para HRW esta respuesta ha sido insuficiente porque la declaración "no condenó las agresiones criminales contra los inmigrantes negros, ni instruyó a las fuerzas de seguridad para que protegieran a las personas en riesgo ni a los fiscales para que hicieran rendir cuentas a cualquier persona sospechosa de cometer actos delictivos contra extranjeros".
"Las autoridades han anunciado solo un arresto en la ola de agresiones, creando una atmósfera de impunidad que puede envalentonar a los posibles atacantes", ha añadido la organización en un comunicado.
Para el director de HRW en Túnez, Salsabil Chellali, "el presidente Saied solo ha ofrecido una cucharada de agua tras avivar las llamas de la violencia".
"El Gobierno tunecino", ha pedido, "debe poner fin inmediatamente a los arrestos arbitrarios" contra los migrantes subsaharianos, revisar caso por caso para garantizar el debido proceso para todos los arrestados, liberar a los detenidos arbitrariamente e investigar y hacer rendir cuentas rápidamente a los responsables de ataques y abusos racistas".