París y otras ciudades de Francia serán por séptima vez en menos de dos meses, escenario de marchas contra la reforma de las pensiones del gobierno, empeñado en sacar adelante en el Senado un texto que, argumentan desde el Elíseo, “respalda la mayoría de la población”.
El plan del gobierno se encuentra en plena fase de tramitación parlamentaria, plantea elevar de 62 a 64 años la edad oficial de jubilación, ampliar los años de cotización necesarios para recibir la pensión máxima y eliminar los regímenes específicos que existen a día de hoy para ciertos sectores.
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Se trata de la segunda movilización de este mes que siguen a otras dos protestas en enero y tres de febrero. Dado el carácter intersindical de las protestas, la policía anticipa un seguimiento menor que en otras ocasiones precisamente por no tratarse de día laborable, pero ciertos sectores, entre ellos el de transporte, van a resultar afectados.
Se esperan también movilizaciones en Marsella, Orleans, Montpellier, Lille y Burdeos, informó el diario Le Figaro. En París la marcha finalizará cerca las 21:00 horas, tiempo central de Europa, en la Plaza de la República.
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El mes pasado, el portavoz del ejecutivo galo, Olivier Véran, aseguró que encuestas de opinión muestran que “una gran mayoría de los franceses considera que es necesaria una reforma” y estimaba que “una parte de los franceses sigue movilizada porque no quiere (...) trabajar poco a poco más tiempo”.
Las reiteradas manifestaciones en contra de la reforma avalada por el presidente Emmanuel Macron son una, de tantas muestras, de repudio al manejo que el mandatario le da a la ley de las y los franceses, quienes siguen impugnando porque respeten el rango de edad máxima de jubilación establecido.