MADRID, 11 (EUROPA PRESS)
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El acuerdo despierta rechazo en particular porque no incluye pago obligatorio alguno para las empresas japonesas que existen todavía y que se aprovecharon de los trabajos forzados de coreanos y porque las aportaciones al fondo común pactado son totalmente voluntarias. Además no incluye ninguna disculpa formal de Tokio y contempla que la financiación de la nueva fundación dependa de las donaciones tanto de empresas japonesas como surcoreanas.
Sin embargo, el 35 por ciento de los encuestados dicen apoyar el acuerdo "por el bien del interés nacional y las relaciones entre Corea del Sur y Japón".
La mayoría de los que apoyan el pacto son simpatizantes del Partido del Poder del Pueblo que gobierna el país. En cuanto al futuro de las relaciones con Japón, el 64 por ciento dice que no es necesario apresurarse si Japón no cambia su actitud y el 31 considera que sí hay que mejorar las relaciones en cualquier circunstancia.
El 85 por ciento de los surcoreanos consideran que Japón no se ha disculpado por los abusos de la etapa imperial y solo el 8 por ciento creen que se arrepienten de lo ocurrido.
El estudio de Gallup Korea se basa en 1.002 entrevistas realizadas el pasado jueves y tiene un margen de error de más menos 3,1 puntos y un nivel de confianza del 95 por ciento, refleja la agencia oficial de noticias surcoreana Yonhap.
El acuerdo ha sido especialmente celebrado por Estados Unidos y otros aliados de Corea del Sur y Japón, pero la oposición surcoreana ha expresado sus reservas, al igual que las pocas víctimas que aún siguen con vida de esa etapa.
MANIFESTACIÓN EN SEÚL
Este sábado miles de personas se han manifestado frente a la sede del Ayuntamiento de Seúl para expresar su malestar por el acuerdo, con el líder opositor Lee Jae Myung, del Partido Democrático de Corea, a la cabeza.
Lee ha advertido incluso de que este acuerdo podría ser el primer paso para la entrada del Ejército japonés en Corea para realizar maniobras. "Existe la posibilidad de que haya de nuevo botas del Ejército japonés mancillando la península de Corea bajo la excusa de maniobras conjuntas con Corea del Sur y Estados Unidos", ha argumentado.
"Lo que espera tras la aplicación del humillante plan de compensación es un acuerdo de apoyo de munición entre Corea y Japón y una alianza militar entre Corea, Estados Unidos y Japón", ha añadido.
Para Lee, el acuerdo reaviva las heridas de las víctimas de la ocupación militar japonesa de Corea y "se lleva por delante el orgullo de la gente".
"Es muy humillante para nosotros porque el Gobierno está haciendo un anuncio unilateral con Japón, independientemente de la opinión de la mayoría de la población", ha argumentado uno de los asistentes a la manifestación, Kim Hyeong Cheon.
"No se menciona nuestro pasado con Japón, ni de nuestro lado ni del de ellos. Sería bueno comunicarse con Japón, pero no de la forma en que lo hacen. Este método es muy humillante y por eso he venido a expresar mi enfado", ha añadido en declaraciones a la emisora RFI.
Otro asistente, Kim Chang Dae, ha reprochado que el presidente surcoreano, Yoon Suk Yeol, "es japonés". "No es nuestro presidente (...). El presidente ha actuado a favor de Japón, en contra de la voluntad y el consentimiento de su pueblo", ha subrayado.