David Daniel sabe que su hijo necesita ayuda.
PUBLICIDAD
El niño de 8 años pasó el primer grado en clases a distancia y varias semanas del segundo grado en cuarentena. La mejor manera de ponerse al día, según sugieren las investigaciones, es darle tutorías varias veces a la semana durante la escuela.
PUBLICIDAD
Pero su escuela de Indianápolis ofrece tutoría los sábados o después de clases, programas que no funcionan para Daniel, un padre soltero. El resultado es que su hijo, ahora en tercer grado, no está recibiendo la tutoría que necesita.
“Quiero que reciba la ayuda”, dijo Daniel. Sin eso, “el próximo año va a ser muy difícil para él”.
Conforme las escuelas de Estados Unidos se enfrentan a drásticos reveses en el aprendizaje causados por la pandemia, los expertos han propuesto la tutoría intensiva como el mejor antídoto. Sin embargo, incluso cuando las escuelas manejan miles de millones de dólares en ayuda federal por el COVID, apenas un pequeño porcentaje de los estudiantes ha recibido tutoría escolar, según una encuesta en los distritos más grandes del país realizada por la organización de noticias sin fines de lucro Chalkbeat y The Associated Press.
En ocho de los 12 distritos escolares que proporcionaron datos, menos de 10% de los estudiantes recibieron algún tipo de tutoría del distrito en el inicio del año escolar. Para comparar, en una encuesta federal, las autoridades escolares señalaron que la mitad de todos los estudiantes estadounidenses iniciaron este año escolar por debajo del nivel de su grado en al menos una materia.
Un nuevo organismo de tutoría en Chicago ha atendido alrededor del 3% de los estudiantes, de acuerdo con las autoridades. La cantidad fue menor al 1% en tres distritos: El condado Gwinnett en Georgia, el condado Miami-Dade en Florida y Filadelfia, donde el distrito reportó que sólo unos 800 estudiantes recibieron tutoría. En tan solo esos tres distritos, más de 600.000 estudiantes no pasaron tiempo en un programa de tutoría en el otoño.
Las cifras sorprendentemente bajas de tutoría apuntan a varios problemas. Algunos padres dijeron que no sabían que había tutoría disponible o que no creían que sus hijos la necesitaran. Algunos distritos escolares han tenido problemas para contratar tutores. Otros afirmaron que es intencional que los programas de tutoría sean reducidos, parte de un esfuerzo por enfocarse en los estudiantes con mayores necesidades.
Cualquiera que sea la razón, el impacto es claro: En un momento crucial para la recuperación de los estudiantes, millones de niños no han recibido el equivalente académico de un fuerte medicamento.
“Funciona, es efectivo, hace que los estudiantes mejoren su aprendizaje y se pongan al corriente”, dijo Amie Rapaport, investigadora de la Universidad del Sur de California que analizó el acceso de los estudiantes a la tutoría intensiva. “Entonces, ¿por qué no les llega?”
El año pasado, el distrito escolar de Indianápolis lanzó dos programas de tutorías que conectan por medio de videollamadas a los estudiantes con profesores certificados. Uno está disponible para todos los estudiantes después de clases y el otro se ofrece durante el día en ciertas escuelas de bajo rendimiento.
Las autoridades distritales aseveran que una prueba mejoró los puntajes de los exámenes para los estudiantes. Los padres le dan altas calificaciones.
“El progreso que tuvo en apenas un par de meses el semestre pasado trabajando con su tutor fue mucho más de lo que estaba captando y haciendo en la escuela”, dijo Jessica Blalack, cuyo hijo de 7 años, Phoenix, optó por tutorías después de clases.
Aún así, los dos programas combinados atendieron solamente alrededor de 3.200 estudiantes en el otoño pasado, o aproximadamente el 17% de los estudiantes en las escuelas del distrito. Dos programas de tutoría adicionales operan en un puñado de escuelas.
Según datos del distrito, sólo el 35% de los estudiantes que se registraron para tutoría después de clases en el otoño pasado asistieron a más de una sesión,
El portavoz de las Escuelas Públicas de Indianápolis, Marc Ransford, sostuvo que el distrito está trabajando para mejorar la asistencia y espera inscribir a más estudiantes en tutoría el próximo año escolar. También está tratando de acelerar el aprendizaje de los estudiantes de otras maneras, incluyendo un nuevo plan de estudios y clases de verano.
A nivel nacional, las escuelas reportan que alrededor del 10% de los estudiantes reciben tutoría en “dosis altas” varios días a la semana, de acuerdo con una encuesta federal realizada en diciembre. La cifra real podría ser aún más baja: apenas el 2% de las familias estadounidenses afirman que sus hijos reciben ese tipo de tutoría intensiva, según el análisis de la USC de una encuesta representativa distinta realizada a nivel nacional.
Las escuelas que intentan aumentar la tutoría han enfrentado obstáculos, entre ellos la falta de personal y la programación. Los expertos dicen que la tutoría es más efectiva cuando se da tres veces por semana durante al menos 30 minutos en horas de clase. Ofrecer tutoría después de clases o los fines de semana es más sencillo, pero la asistencia suele ser baja.
Harrison Tran, un estudiante de 10mo grado en Savannah, Georgia, tuvo problemas para entender álgebra durante el periodo de clases a distancia. El año pasado, su escuela secundaria ofreció ayuda después de clases. Pero eso no era factible para Harrison, que vive a 30 minutos de la escuela y no podía darse el lujo de perder el transporte a casa.
Sin tutorías, comenzó este año escolar con lagunas en su aprendizaje.
“Cuando entré a mi clase de álgebra II, estaba completamente perdido”, dijo.
Otro desafío ha sido el interés familiar relativamente bajo. Aunque los puntajes de los exámenes se desplomaron durante la pandemia, muchos padres no creen que sus hijos hayan vivido una pérdida de aprendizaje, o simplemente no lo saben. La desconexión acrecienta la importancia de ofrecer tutoría durante las horas de clases, afirman los expertos.
“Los padres no están tan preocupados como necesitamos que estén, si vamos a tener que depender de que los padres opten por que sus hijos participen en las intervenciones”, subrayó Morgan Polikoff, profesor de educación de USC.
Incluso cuando los estudiantes desean recibir ayuda, algunos se han decepcionado.
En el condado Montgomery de Maryland, la estudiante de 12do grado Talia Bradley buscó recientemente ayuda para la materia de cálculo de parte de una empresa de tutoría virtual contratada por el distrito. Pero el problema con que lidiaba también dejó perplejo al tutor. Después de una hora tratando de resolverlo, Talia se retiró frustrada.
“Mi hija no avanzó mucho”, se lamentó Leah Bradley, su madre. “Tener una opción de tutoría en línea tiene sentido, pero no puede ser la opción principal si se buscan buenos resultados”.
La tutoría constante en persona tiende a ser más efectiva que la ayuda en línea a solicitud de quien la necesita, pero también es más difícil de realizar. Las reglas del distrito la dificultan al agregar verificación de antecedentes de los tutores y las reglas de licitación de proveedores que ralentizan el proceso.
En el condado Wake, en Carolina del Norte, el distrito escolar comenzó a planificar un programa de tutorías de lectura el verano pasado. El programa inició apenas en noviembre y las autoridades del distrito señalaron el mes pasado que los voluntarios están brindando tutoría a menos de 140 estudiantes, mucho menos de los 1.000 alumnos para los que se diseñó el programa.
“Siempre estamos buscando atender a más estudiantes”, dijo Amy Mattingly, directora de programas desde preescolar hasta el fin de la secundaria en Helps Education Fund, la organización sin fines de lucro que administra ese programa y otro que atiende a cerca de 400 estudiantes. Pero, agregó, es importante “ver qué está funcionando y hacer ajustes antes de intentar escalar”.
Algunos distritos defendieron sus cifras de participación argumentando que la tutoría es más efectiva cuando es personalizada.
En el condado Fulton, en Georgia, el 3% de los 90.000 estudiantes del distrito participaron en programas de tutoría el pasado otoño. La mayor parte de la tutoría fue brindada por paraprofesionales durante el día de clases, y se contrató a uno para brindar apoyo intenso en cada escuela primaria.
El distrito afirma que el tiempo y el personal limitan la cantidad de alumnos que puede recibir tutoría frecuente e intensiva.
“No queremos rebajarlo, porque entonces no se obtiene el impacto que, según las investigaciones, resulta benéfico para los niños”, dijo Cliff Jones, director académico del sistema.
A otros les preocupa que muy pocos reciban la ayuda que necesitan, pese a que los programas siguen creciendo.
Este año escolar, unos 3.500 estudiantes reciben tutoría de lectura de parte del Cuerpo de Educación de Carolina del Norte. Mientras tanto, tan solo en cuarto grado, más de 41.000 alumnos en todo el estado obtuvieron calificaciones en el nivel más bajo en un examen nacional de lectura el año pasado.
“Son muy pocos a quienes atendemos”, dijo Laura Bilbro-Berry, directora sénior del programa,
___
El equipo educativo de The Associated Press recibe apoyo de Carnegie Corporation de Nueva York. La AP es la única responsable de todo el contenido.