MADRID, 7 (EUROPA PRESS)
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Para Karis, la redacción en algunas partes es "poco clara". Así, aunque entiende que la norma puede tener un "objetivo legítimo", reclama que se haga utilizando un lenguaje claro y que no dé lugar a posibles confusiones, al margen de los "métodos convencionales de interpretación" que puedan considerarse a día de hoy,
La ley prohíbe la exhibición de simbología que pueda "incitar al odio" o "apoyar o justificar actividades de un régimen ocupante o una acción de agresión, genocidio, crímenes contra la humanidad o crímenes de guerra". Karis ha afirmado que se entiende que alude básicamente a emblemas vinculados con la Unión Soviética, pero deja también margen para "suposiciones", según un comunicado de su oficina.
Tras el posicionamiento del presidente, el texto vuelve de nuevo al Parlamento, que debe ahora pronunciarse ya con el órgano renovado, puesto que los estonios acudieron a votar el pasado domingo. El partido de la actual primera ministra, Kaja Kallas, se impuso en dichos comicios, aunque necesitará pactar con otras formaciones para seguir en el poder.