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EEUU pide consultas a México en límites a maíz transgénico

CIUDAD DE MÉXICO (AP) — El gobierno estadounidense ha intensificado su disputa comercial sobre la propuesta de México de imponer límites al maíz transgénico, solicitando el lunes consultas formales sobre el tema con su vecino del sur.

La Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos (USTR, por sus siglas en inglés) anunció la solicitud de consultas con México sobre las reglas propuestas que prohibirían el maíz modificado genéticamente para consumo humano. El gobierno mexicano ha dicho que a la larga también podría prohibirlo para consumo animal.

La USTR señaló que la prohibición podría “amenazar con afectar miles de millones de dólares en comercio agrícola”.

México es el principal importador de maíz estadounidense, la mayoría del cual es genéticamente modificado. Casi todo se usa para la alimentación de reses, cerdos y gallinas en México, el cual no produce maíz suficiente para abastecerse.

El gobierno mexicano argumenta que el maíz transgénico podría tener efectos negativos sobre la salud, incluso cuando se utiliza para forraje, pero no ha presentado evidencias. Si el asunto no se resuelve en las consultas, podría ir a un panel de resolución de disputas o resultar en sanciones comerciales en virtud del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá, conocido como T-MEC.

“Estados Unidos ha comunicado en repetidas ocasiones nuestras serias preocupaciones por las políticas en biotecnología de México y la importancia de asumir una postura basada en la ciencia que cumpla con sus compromisos con el T-MEC”, dijo la representante comercial de Estados Unidos, Katherine Tai, en un comunicado.

“Las políticas de México amenazan con afectar miles de millones de dólares en comercio agrícola y, de no abordarse, frenarán la innovación que es necesaria para combatir la crisis climática y los desafíos de seguridad alimentaria”, añadió en el texto.

La Secretaría de Economía de México subrayó el lunes en un comunicado que el tema aún no es una disputa comercial, aunque las consultas son el primer paso en ese proceso, y expresó su confianza en que la desavenencia pueda resolverse.

En ocasiones anteriores, México se había mostrado ansioso por evitar un enfrentamiento de gran magnitud con Estados Unidos en este tema, pero no lo suficiente para dejar de hablar por completo sobre una posible prohibición.

El mes pasado, la Secretaría de Economía dio a conocer nuevas reglas en las que eliminó la fecha para la sustitución de maíz transgénico con fines alimenticios. Una porción del maíz importado también se consume en totopos y otros bocadillos.

Según una versión previa de las reglas, a algunos agricultores estadounidenses les preocupa que la prohibición al maíz transgénico pudiese llegar incluso en 2024 o 2025.

Si bien se eliminó la fecha, se mantuvo la redacción sobre las reglas para sustituir a la larga el maíz transgénico, algo que podría provocar que los precios de la carne se disparen en el país, que ya enfrenta una elevada inflación.

A los granjeros estadounidenses les preocupa la posible pérdida de su principal mercado de exportación de maíz. México ha estado importando maíz transgénico para consumo humano de Estados Unidos durante años, adquiriéndolo por un valor de unos 3.000 millones de dólares al año.

Las nuevas reglas aún señalan que las autoridades mexicanas llevarán a cabo una sustitución gradual de maíz transgénico molido y para forraje, pero no fijan una fecha para ello, y dicen que expertos mexicanos estudiarán los posibles temas de salud junto “con agencias sanitarias de otros países”.

“En cuanto al uso de maíz genéticamente modificado para el forraje y la industria, se elimina la fecha límite para prohibir su uso, quedando sujeto a que exista suficiencia en el abasto”, indicó la Secretaría de Economía en el comunicado. “Se instalarán mesas de trabajo con el sector privado nacional e internacional para lograr una transición ordenada”.

México fue el lugar donde se domesticó el maíz por primera vez hace unos 9.000 años, y el país seguirá prohibiendo las importaciones de las semillas transgénicas para proteger las variedades autóctonas.

El gobierno mexicano también prohibirá el uso de maíz transgénico para consumo humano directo, que en el país significa principalmente el maíz blanco y harina de maíz blanco para tortillas. México no tiene necesidad de importar maíz blanco de Estados Unidos, donde la mayor parte del maíz es amarillo o dulce.

A Estados Unidos también le han molestado los límites impuestos por México a las centrales eléctricas privadas y extranjeras en el país, pero Washington aún no ha llevado el tema al proceso de resolución de disputas del T-MEC.

El gobierno estadounidense dice que México favorece injustamente a sus empresas estatales de electricidad y petróleo frente a competidores estadounidenses y proveedores de energías limpias. Canadá también se ha sumado a esa queja. México asegura que está protegiendo una porción mayoritaria de su mercado de energía nacional para la Comisión Federal de Electricidad, propiedad del gobierno.

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