MADRID, 7 (EUROPA PRESS)
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Informaciones de Inteligencia a la que han tenido acceso autoridades de Estados Unidos apuntan a un grupo pro ucraniano como principal sospechoso del sabotaje perpetrado el año pasado en los gasoductos Nord Stream, aunque no consta que el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, u otras autoridades estuviesen al tanto, según 'The New York Times'.
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Las explosiones de septiembre en el Nord Stream 1 y el Nord Stream 2 a su paso por el mar Báltico desataron en septiembre una ola de acusaciones y sospechas que a día de hoy sigue sin estar clara, más allá del consenso común de que fue un acto de sabotaje, algo en lo que coinciden desde Ucrania a Rusia, pasando por Estados Unidos.
Los nuevos datos recabados sugieren que los ataques fueron obra de un grupo contrario a Moscú, si bien se desconoce quiénes forman parte de esta célula o quién pudo costear la operación. Las fuentes oficiales consultadas por 'The New York Times' no han aclarado el origen de estas nuevas pistas ni tampoco han ofrecido una conclusión clara.
Washington ha compartido esta información con las autoridades de los países directamente afectados, responsables de las investigaciones, y por ahora sí descarta la implicación rusa. En la parte ucraniana, tampoco consta un aval del Gobierno de Zelenski, aunque no se descarta una relación indirecta con alguna autoridad, informa el rotativo norteamericano.
Por su parte, una investigación conjunta de las cadenas de radiodifusión públicas alemanas ARD, SWR, el periódico 'Zeit' y la revista 'Kontraste', sostiene que el ataque habría sido lanzado desde un yate alquilado a una empresa con sede en Polonia y propiedad de dos ciudadanos ucranianos.
De acuerdo con esta versión, el comando --formado por el capitán de la embarcación, dos buzos, dos ayudantes de buceo y un médico-- zarpó desde la ciudad alemana de Rostock el 6 de septiembre de 2022. La nacionalidad de estos cinco hombres y una mujer no está clara, si bien se conoce que habrían utilizado pasaportes falsos para llevar acabo la operación de sabotaje.
Se tiene también constancia de la embarcación a su paso por el municipio alemán de Wieck auf dem Darss y por la isla danesa de Christianso, ubicada en el mar Báltico. Tras la operación fue entregada sin limpiar y se hallaron restos de explosivos en la mesa de la cabina, ahonda la investigación de los medios alemanes.
Esta misma versión añade que poco después del sabotaje del Nord Stream, "un servicio secreto occidental avisó a sus homólogos europeos", de que "un comando ucraniano era responsable del ataque" según publica el diario'Zeit'.
Tanto el Gobierno como los servicios de Inteligencia de Ucrania han negado públicamente cualquier responsabilidad en este incidente, que avivó las tensiones políticas y energéticas en plena escalada militar. Las autoridades de Rusia también se han desmarcado, señalando en cambio a los posibles beneficios políticos y económicos que obtendría Estados Unidos por el sabotaje.