TALLÍN, Estonia (AP) — Estonia, el país europeo que más armas provee a Ucrania en relación con su peso económico, se apresta a realizar elecciones el domingo en las que se determinará si puede mantener ese nivel de apoyo.
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La primera ministra Kaja Kallas, de 45 años, aspira a un segundo período. Ha aparecido como uno de los partidarios más firmes de Ucrania y su prestigio ha aumentado con sus llamados internacionales a imponer sanciones a Moscú.
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Nación del Báltico de 1,3 millones de habitantes, fronteriza con Rusia hacia el este, Estonia se independizó de la Unión Soviética en 1991 y ha tomado un rumbo prooccidental con su membresía en la OTAN y la Unión Europea.
Las encuestas dan la mayoría de votos al Partido Reformista de Kallas, de centroderecha. Su contendiente principal es Martin Helme, del partido nacionalista EKRE, que culpa a Kallas por la tasa de inflación de 18,6%, una de las más altas de Europa, y la acusa de socavar la defensa al entregar armas a Ucrania.
Kallas sostiene que la ayuda a Kiev conviene a los intereses del país.
La invasión de Ucrania despertó temores en Tallín de que la victoria envalentonaría a Moscú para volver su atención a otros países que controlaba en la época soviética, en particular las tres naciones del Báltico —Estonia, Letonia y Lituania— que ahora son miembros de la OTAN.
“Enfrentamos elecciones (al Parlamento) en una época muy difícil”, dijo Kallas en un discurso reciente. “La guerra (en Ucrania) continúa y afecta la totalidad de Europa, en verdad la totalidad del mundo. No sé cuándo terminará la guerra... pero sé que no finalizará con una victoria para (el presidente ruso Vladimir) Putin”.