MADRID, 2 (EUROPA PRESS)
Así lo ha pedido en un comunicado la oficina en México del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, en el que ha subrayado la importancia de abrir una pesquisa "diligente, pronta e imparcial" sobre los hechos ocurridos el pasado 26 de febrero en la localidad de Nuevo Laredo, en el estado de Tamaulipas, en el este del país.
"De acuerdo con los estándares internacionales de Derechos Humanos, el empleo de las armas de fuego debe ser el último recurso, proporcional al objetivo legítimo que se persigue, con pleno respeto y protección de la vida humana", ha recordado Naciones Unidas en su misiva, recalcando que toda muerte relacionada con el uso de la fuerza por efectivos militares debe ser investigada de forma independiente.
En ese sentido, el alto comisionado de Naciones Unidas ha traído al presente situaciones similares ocurridas a partir del accionar de las fuerzas militares en Nuevo Laredo durante los últimos años, lo que hace más patente "la necesidad de llevar a cabo un análisis objetivo y minucioso de las circunstancias en las que se hace uso de la fuerza".
Además, ha resaltado la necesidad de que se adopten medidas para prevenir "graves violaciones" a los Derechos Humanos, así como para remover "todos los obstáculos" que enfrentan las autoridades judiciales para garantizar un juicio y dictar una sanción a los responsables.
La ONU ha alertado a las autoridades competentes para que adopten con urgencia las medidas pertinentes para "proteger y atender debidamente" a los sobrevivientes y testigos, así como a las personas defensoras de los Derechos Humanos y periodistas que han estado documentando lo ocurrido en un contexto de adversidad.
"Naciones Unidas expresa sus condolencias con las familias de las personas que perdieron la vida y reitera su reconocimiento a la importante labor de las personas defensoras de Derechos Humanos y periodistas que acompañan este caso", reza el comunicado.
El Ejército de México reconoció el martes que miembros de las Fuerzas Armadas dispararon contra una furgoneta en la que iban a bordo siete civiles, después de que supuestamente se oyeran disparos y el vehículo sufriera un accidente, provocando la muerte de cinco personas.
Según las Fuerzas Armadas mexicanas, varios soldados oyeron disparos en Nuevo Laredo y acudieron a la zona, tras lo cual siguieron a una furgoneta en la que iban a bordo siete personas y que se habría dado a la fuga. Poco después, el vehículo se habría estampado contra otro coche y los militares prendieron fuego ante la colisión.
Tras estos hechos, la Fiscalía General mexicana ha iniciado una investigación para esclarecer lo ocurrido y comprobar la veracidad de la versión de las Fuerzas Armadas, que contrasta con la de los vecinos, que aseguran que los militares dispararon contra el vehículo cuando iba en marcha, lo que provocó que el conductor perdiera el control.
El Ejército ha refrendado su "compromiso de trabajar con estricto apego al Estado de derecho y con pleno respeto a los Derechos Humanos", detallando que está brindando "todas las facilidades" a las autoridades y organismos competentes.