MADRID, 1 (EUROPA PRESS)
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"Hemos ganado estas elecciones", ha dicho el candidato del Partido Laborista a la Vicepresidencia, Yusuf Datti Baba-Ahmed. "El pueblo nigeriano es el ganador. Los nigerianos esperan que Peter Obi y yo mismo asumamos el poder", ha señalado, antes de agregar que ambos "van a reclamar el mandato como Partido Laborista".
Así, Baba-Ahmed ha indicado que "los resultados de estas supuestas elecciones no cumplen los estándares mínimos" y ha prometido "continuar la lucha", según ha recogido el diario nigeriano 'Vanguard'. "Pedimos a los nigerianos que sigan luchando por sus derechos", ha apuntado, antes de reclamar a la población que vote al partido en las próximas elecciones a gobernadores y parlamentos estatales.
Según los resultados publicados por la Comisión Nacional Electoral Independiente de Nigeria (INEC), Tinubu ha obtenido cerca de 8,8 millones de votos, por los cerca de siete millones recabados por Atiku Abubakar, del Partido Democrático Popular (PDP), y los alrededor de 6,1 millones de papeletas obtenidas por Obi.
El presidente electo ha aplaudido a la comisión electoral por "encabezar unas elecciones libres y justas" y ha resaltado que "los lapsos que tuvieron lugar han sido relativamente escasos en número y no han afectado a los resultados finales". Asimismo, ha extendido "la mano de la amistad" al resto de candidatos y ha reseñado que "toda apelación a los resultados electorales debe ser presentada ante los tribunales, no en las calles".
Los resultados han sido anunciados un día después de que los tres principales partidos opositores de Nigeria exigieran la repetición de las elecciones alegando irregularidades y reclamaran que Yakubu fuera apartado de cara a una nueva celebración de los comicios presidenciales y parlamentarios. De esta forma, sostuvieron que las elecciones están "comprometidas de forma irreparable" y denunciaron una manipulación de los resultados por los retrasos en la publicación de las actas en Internet.
El vencedor de las elecciones sustituirá en el cargo a Buhari, quien no pudo presentarse debido a que ha cumplido ya el límite de mandatos fijados por la Constitución de Nigeria. Las elecciones suponen además la primera ocasión desde el retorno del país al gobierno civil en 1999 en la que ninguno de los candidatos es un antiguo líder militar, como era el caso de Buhari, quien ya estuvo al frente del país entre diciembre de 1983 y agosto de 1985 tras un golpe de Estado.