Paul Vallas y Brandon Johnson se enfrentarán en segunda vuelta de las elecciones a alcalde de Chicago, después de que los votantes denegaran un segundo mandato a la regidora Lori Lightfoot, una reprobación a una líder que hizo historia como alcaldesa de la tercera ciudad más grande del país.
Vallas, exdirector general de escuelas con el apoyo del sindicato de policías, y Johnson, comisario del condado Cook respaldado por el Sindicato de Maestros de Chicago, pasaron a la segunda vuelta del 4 de abril después de que ninguno de los nueve candidatos consiguiera el 50% de votos necesario para ganar en primera vuelta.
Lightfoot, la primera mujer negra y persona abiertamente homosexual que gobernaba la ciudad, ganó en 2019 tras prometer que pondría fin a décadas de corrupción y acuerdos en la sombra en el Ayuntamiento. Pero sus opositores la culparon de un aumento de la delincuencia registrado en ciudades de todo Estados Unidos durante la pandemia y la acusaron de ser una líder divisiva y confrontacional.
Es la primera alcaldesa electa de Chicago que pierde una campaña de reelección desde 1983, cuando Jane Byrne, la primera mujer en dirigir la ciudad, perdió sus primarias demócratas.
En declaraciones a la prensa el martes, Lightfoot dijo que ser alcaldesa de Chicago había sido “el honor de una vida”.
“Independientemente del resultado de hoy, libramos las batallas correctas y pusimos a esta ciudad en un rumbo mejor”, dijo Lightfoot. Pidió a sus colegas alcaldes de todo el país que no tuvieran miedo de ser audaces.
En su fiesta de celebración, Vallas señaló que Lightfoot le había llamado para felicitarle y pidió a la multitud que diera un aplauso a la regidora. En una referencia a su promesa electoral de combatir la delincuencia, dijo que si era elegido trabajaría para abordar los problemas de seguridad pública.
“Tendremos un Chicago seguro. Haremos de Chicago la ciudad más segura en Estados Unidos”, dijo Vallas.
Por su parte, Johnson señaló el martes lo improbable que había parecido su llegada a la segunda vuelta dado lo poco conocido que era al inicio de la campaña.
“Hace unos pocos meses dijeron que no sabían quién era. Bueno, si no lo sabían, ahora lo saben”, dijo Johnson. El candidato dio las gracias a los sindicatos que le apoyaban y en especial a su esposa, y dijo a la gente, “Chicago, aún habrá una mujer negra al mando”.
La derrota de Lightfoot es inusual en las elecciones municipales de una ciudad grande, donde los alcaldes suelen salir reelegidos con relativa facilidad. Pero también es un indicio de la inestabilidad en las ciudades de Estados Unidos tras la pandemia del COVID-19, sus consecuencias económicas y los picos de delincuencia en muchos lugares.
La seguridad pública ha marcado otras votaciones recientes, como la que destituyó a un fiscal de distrito en San Francisco criticado por sus medidas progresistas. La pandemia también podría definir las elecciones a alcalde en otras ciudades este año, como Filadelfia y Houston, donde los líderes actuales no pueden volver a presentarse por la limitación de mandatos.
Lightfoot, la primera mujer negra y la primera persona abiertamente gay en dirigir la ciudad, ganó su primer mandato en 2019 después de prometer poner fin a décadas de corrupción y tratos clandestinos en el Ayuntamiento.