MADRID, 1 (EUROPA PRESS)
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Las protestas han sido convocadas en el marco de un 'Día Nacional de la Interrupción' con el objetivo de que el Gobierno, encabezado por Benjamin Netanyahu e integrado por partidos ultraderechistas y ultraortodoxos, dé marcha atrás en su propuesta, muy criticada por la oposición.
Así, un grupo de reservistas ha bloqueado a primera hora la Ruta 1, que conecta Tel Aviv y Jerusalén, mientras que grupos de manifestantes han impedido que los pasajeros suban o bajen de trenes en la capital, tal y como ha recogido el diario israelí 'The Times of Israel'.
A ellos se han sumado estudiantes y padres que se han concentrado frente a instituciones educativas antes de marchar por la avenida Namir de Tel Aviv, mientras que los ministros de Defensa e Inteligencia, Yoav Galant, y Gila Gamliel, respectivamente, han cancelado su participación en una conferencia por el bloqueo de carreteras en la zona.
Por otra parte, decenas de personas se han manifestado frente a la vivienda del presidente del Parlamento israelí, Amir Ohana, en el marco de unos actos que incluyen además huelgas y paros, según el plan presentado por los convocantes, que han aseverado que "Israel no se convertirá en una dictadura".
El ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, del ultraderechista Otzma Yehudit, indicó el martes que apoya las "protestas democráticas" pero incidió en que "no permitirá una rebelión civil ni que anarquistas bloqueen las principales carreteras" del país.
"Tenemos que garantizar que los ciudadanos israelíes pueden continuar con su vida. He ordenado a la Policía que abra todas las carreteras que sean bloqueadas", subrayó, tras lo que los convocantes pidieron a los agentes que "ignoren" a Ben Gvir, a quien tildaron de "abusón de patio de colegio".
A pesar de las protestas, el comité parlamentario sobre Constitución, Ley y Justicia ha aprobado durante la jornada una parte crucial de la reforma que limitaría la capacidad del Tribunal Supremo de anular leyes que violen la Constitución israelí, según ha recogido el diario israelí 'Haaretz'. La votación de hoy ha sido llevada a cabo en medio del boicot opositor.
El presidente de Israel, Isaac Herzog, reclamó la semana pasada "hacer todos los esfuerzos posibles" para impulsar un diálogo entre el Gobierno y la oposición en torno a la controvertida reforma, antes de recalcar que es necesaria una vía "acordada" para "salir de este periodo difícil".
En esta línea, el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Turk, mostró su preocupación por la reforma y pidió una pausa argumentando que supone un riesgo para la efectividad del aparato judicial a la hora de defender el Estado de Derecho. Así, dijo que las propuestas, si son aprobadas en su forma actual, limitarían la capacidad del Tribunal Supremo para revisar legislación y requerirían una 'súper mayoría' o incluso unanimidad en el organismo para rechazar propuestas que puedan ir contra la Carta Magna.
La propuesta, planteada por el ministro de Justicia, Yariv Levin, y respaldada por Netanyahu, daría al Gobierno control total sobre el nombramiento de jueces, incluidos los del Tribunal Supremo, y limitaría en gran medida la capacidad del tribunal de anular legislación que viole la Constitución, al tiempo que permitiría al Parlamento modificar leyes que consiga anular con una mayoría simple de 61 de los 120 diputados.