KNOXVILLE, Tennessee, EE.UU. (AP) — Un juez federal aprobó una compensación de más de 1 millón de dólares tras una demanda colectiva contra una redada en busca de inmigrantes no autorizados en una empacadora de carne en Tennessee, donde unas 100 personas fueron arrestadas.
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El juez Travis McDonough ordenó el martes al gobierno estadounidense pagar 475.000 dólares a seis demandantes individuales y otros 550.000 dólares a un fondo colectivo, por los casi 100 trabajadores detenidos hace casi cinco años, reportó la prensa local.
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Según la demanda, fueron violados los derechos constitucionales de los trabajadores de la planta de Southeastern Provision en Bean Station en abril de 2018, cuando agentes armados irrumpieron al lugar, gritando insultos racistas, apuntándole a la gente con pistolas y golpeando en la cara a uno de los empleados.
Asevera además que los agentes desconocían la identidad de los trabajadores y su estatus migratorio y solo sabían que eran hispanos.
Los empleados blancos del lugar no fueron detenidos, requisados ni arrestados, y muchos de ellos estaban afuera de la planta fumando durante el operativo, sostiene el litigio.
Los agentes realizaron la redada en respuesta a una orden de búsqueda del Servicio de Impuestos Internos por documentos relacionados a James Brantley, el propietario de la planta. Los agentes no tenían orden de arrestar a ninguno de los empleados, sino solo de buscar documentos relacionados con violaciones de impuestos, dice la demanda.
Brantley luego se declaró culpable de emplear a inmigrantes no autorizados, evasión fiscal y delitos financieros.
“Hoy hubo justicia para los trabajadores latinx y su comunidad, que se defendieron contra agentes federales que les apuntaron solo por su origen étnico”, declaró Meredith Stewart, abogada del Proyecto de Justicia para Inmigrantes del Southern Poverty Law Center. “Esta compensación sin precedente y aprobada por tribunales demuestra que nosotros, como nación, no toleramos la discriminación racial”.